My Rain And You… Capítulo 13



Incluso en la condenación del mundo
Incluso este aspecto enloquecido
Aun sabiendo todo esto
A pesar de que me asusta
Yo lo amo…
Confession

Una duda se había instalado en Yunho desde el día que Changmin lo abandonó, así que investigo todo lo posible y encontrando muy poco acerca de él. Lo que sí logro saber fue que venía de Japón, viajó a Corea en busca de su hermano, el cual había dejado de ver cuando los separaron en aquel orfanato en Japón.


Eran muchas las coincidencias, definitivamente que su encuentro con Changmin no había sido coincidencia, estaba seguro que Jaejoong era ese hermano que había venido a buscar a Corea y que gracias a eso pudo conocerlo… Jae lo puso en su camino y ahora lo comprendía.

Amaba a Changmin tanto o más de lo que había sentido por Jaejoong, y eso es lo que Yunho quería que sintiera.

Los ojos de Changmin se llenaron entonces de esperanza y sin esperar a que reaccionara Yunho lo volteo hacia la ventana, lamio dos de sus dedos y los llevo hasta su entrada introduciendo uno de estos. Changmin solo dio un leve respingo ante la sorpresiva invasión, Yunho no tardo en comenzar a mover el dedo dentro haciéndolo gemir en el proceso y se encargó de repartir besos por su nuca.

Cuando introdujo el segundo dedo en su entrada comenzó a hacer un movimiento de tijera y pronto su mano libre subió hasta donde Changmin tenía recargada la suya en la ventana entrelazando sus dedos.

Era sorprendente todo lo que le hacía sentir Yunho. Changmin abrió un poco sus ojos mirando la iluminada ciudad a través de la ventana y sin dudar en ese momento se sentía tan encendido como la ciudad que tenía ante sus ojos; todo en él a punto de estallar, corazón, deseos, amor y cuando sintió que Yunho entrelazaba su mano, sus dedos con los suyos… todo eso estallo dejándose llevar.

Yunho paso un rato dilatando la entrada del menor y cuando sintió que esta estaba listo, saco sus dedos cuidadosamente para reemplazarlos con su miembro. Coloco la punta en su entrada y sus manos tomaron las caderas de Changmin para comenzar a penetrarlo poco a poco hasta que estuvo completamente dentro de él. Y cuando estuvo así dentro de él, tomo las manos de Changmin recargándolas en la ventana, poso su rostro en el hueco que se formaba entre la cara y el cuello de este para comenzar a penetrarlo con un suave vaivén.

Lo invadía una extraña sensación de dolor, placer, acompañado de un poco de vergüenza. Changmin sabía que estando de esa forma alguien los podría ver desde otro edificio pero poco le importo pues ya Yunho había comenzado a masturbarlo nuevamente mientras lo penetraba y repartía besos sobre su espalda y cuello.

Yunho se recreaba en la piel del menor, a su vez en darle atención a su miembro y a sus propios deseos de poseerlo.

   Min… aah – todo lo que salía de sus labios era el nombre del menor, lo que hizo que este se sintiera tontamente feliz.

Pronto el movimiento de caderas comenzó a aumentar de velocidad y las penetraciones comenzaron a hacerse más profundas mientras que la mano en el miembro de Changmin comenzaba a masturbarlo con más fuerza lo que le hizo gemir. Cuando el ritmo se volvió frenético, Yunho se abrazó al menor acelerando los movimientos sobre su miembro lo que ocasiono que Changmin terminara por segunda vez.

   Yun… Yun… Yunho… ah… te amo. – como siempre esas palabras escapaban de su boca cada que era llevado al paraíso por el mayor y sus palabras nunca encontraban eco.

Pero esta vez fue diferente…

   Min… te quiero… se mío por siempre…

Yunho sentía contracciones alrededor de su miembro y unas últimas estocadas profundas hicieron que terminara corriéndose dentro de este. Changmin se sostenía como podía de la ventana y Yunho se sostuvo de él hasta que su respiración se tranquilizó un poco. Entonces tomo al menor de la cintura y lo arrastró consigo hasta llegar al sofá donde se dejó caer llevándose consigo a Changmin que quedo encima de él.

   ¡Te quiero Min! – abrazando al menor mientras lo acomodaba sobre su pecho. — Por favor no me dejes… no me dejes de nuevo.

Y de nuevo la duda se apodero de Changmin por esas últimas palabras dichas por el mayor, él tenía que confesarle una gran verdad y si después de eso Yunho no le perdonaba o peor le seguía comparando con Jaejoong… eran muchas preguntas sin respuesta. Pues aunque quiso contarle todo eso a Yunho, este pronto se quedó dormido y Changmin no pudo hacer otra cosa que lo mismo… dormir, dormir y pensar en que haría.

*****

Era de mañana, Changmin suspiro y tomo un sorbo de su café, se acercó más a la ventana y la abrió para salir a la terraza, era bastante temprano aun y el aire se respiraba muy fresco. Pensó en volverse a acostar, quizás dormiría y dejaría de pensar en qué hacer.

¿Quedarse o irse? Era demasiado para su mente y con todos esos sentimientos acumulándose no sabía que hacer… lo único que tenía claro es que lo amaba.

   Creo que después de todo si soy un tonto…

Changmin suspiro de nuevo y entro a su departamento, dejándose caer en el sillón, cerró sus ojos y pensó en Yunho. Tenía que verlo, quería creerle y quedarse a su lado pero tenía que verlo nuevamente para que esa aprensión que sentía su corazón desapareciera; pues una necesidad grande de ver a Yunho se había instalado en su corazón esa mañana.

   ¿Qué estará haciendo ahora?

No lo pensó más y se metió al baño, hoy sería un día decisivo para Changmin, entre quedarse o irse… amar u olvidar.

*****

Y llegó el día de la boda…

Heechul se despertaba después de un largo sueño, había dormido profundamente como no lo había hecho los últimos días. Eso se le hizo extraño, lo que hizo que se levantara sentándose súbitamente y sintiera algo de dolor en su parte baja, y al instante poco a poco fue recordando la noche anterior.

   ¿Pero qué fue lo que paso anoche?

Comenzaba a sentirse nervioso y ansioso. No tenía sus recuerdos claros por lo que empezó a hacer memoria, recordó cuando le trajeron la comida y como Kyuhyun vino acompañarlo a comer; después platicaron un poco o más bien Kyuhyun le hablo todo el tiempo y él comenzó a sentirse agotado. Después nada.

   Seguramente me dieron algo para adormilarme. – y un temor comenzó a invadirlo. — Habrá sido capaz de…

Lo que no sabía es que Kyuhyun tenía otra idea en mente.

Heechul comenzaba a sentirse somnoliento a punto de caer sobre los restos de su cena, estaba sentado frente a la pequeña mesa que compartía con Kyuhyun esa noche, ya casi no lo escuchaba hablar.

Lo que sintió después fue como era levantado en brazos, se removió un poco en los brazos que lo llevaban cuando escucho la voz de Kyuhyun.

   Te pondré en un lugar más cómodo.
   Suéltame Choi. – murmuró Heechul.

Cuando quiso decir algo más, ya se encontraba recostado sobre la cama y el menor comenzaba a sacarle los zapatos. Heechul estaba consiente de todo pero a su vez somnoliento, en su interior estaba asustado pues estaba seguro que algo le había dado ese Choi, que solo quería dormir.

A lo lejos escucho como la puerta se abría, después unos susurros y de nuevo la puerta fue cerrada. Abrió sus ojos encontrándose con el cuarto a oscuras, habían apagado las luces, entonces alguien comenzó a subir a la cama y…

Después no recordaba nada. Heechul pensaba que quizás lo había dormido para poder poner sus manos sobre él.

Con ese pensamiento, se acurruco en la cama abrazando la almohada. Algo había pasado en esa cama anoche, pero no recordaba bien y algo no encajaba. Levemente Heechul comenzó a recordar las caricias, los besos y las manos que recorrieron su cuerpo.

Esas manos las recordaba y no eran del todo desconocidas por Heechul.

   Siwon… — susurro.

Aunque no lograba recordar todo, Heechul sabía que esas caricias no eran de un desconocido, estaba seguro que había sido Siwon su visitante nocturno o quizás solo había sido un sueño… un sueño demasiado vivido. Al menos eso quería creer, quería engañarse que no había sucedido que lo tomaran de nuevo contra su voluntad y si sucedió realmente, quería recordar ese momento con Siwon en sus sueños.

   Si… tan solo fue un sueño.

Últimamente Heechul no dejaba de pensar en Siwon, más aun después de haber comenzado a sentirse mal, la debilidad de su cuerpo, las náuseas y el constante dolor no se quitaba ni comiendo bien ni durmiendo lo suficiente. Amanecer adolorido se había vuelto parte de Heechul desde que estaba encerrado.

   Necesito estar bien… — susurraba para sí mismo. — Hoy es el día y debo estar bien, seguramente todo lo que ese estúpido Choi me ha dado me tiene así.

Y como no confundir todos esos dolores, si había sido golpeado, drogado y quien sabe que tantas cosas más. Todo eso no le dejaba pensar que tal vez sus malestares pudieran ser por otra cosa, por eso no tenía muy claro lo sucedido la noche anterior y el que no recordara seguramente sería por lo que el menor de los Choi le había puesto a su comida a la hora de la cena.

Aun confundido, Heechul se encontraba acurrucado en su cama tratando de recordar, cuando la puerta de su recámara se abrió dejando ver a su cuñado Leeteuk.

   ¡Heechul! – lo nombro y corrió hasta la cama abrazándolo. — Me alegro que estés bien pero, ¿qué pasa? – pregunto Leeteuk al ver que Heechul no le prestaba mucha atención.
   Nada, no te preocupes. – le respondió Heechul fingiendo una sonrisa. — Qué bueno que estas aquí.
   Anda que a mí no puedes engañarme, cuéntame ¿qué te pasa? – acaricio su mejilla separando los cabellos de su rostro. — Mira que cara de preocupación traes y esos ojos llenos de tristeza. Sé muy bien que no deseas esta boda y si yo pudiera hacer algo por ti créeme que lo haría.
    ¡¿De verdad?!
    Claro, somos como hermanos, ¿no?

El tiempo que Leeteuk llevaba casado con su hermano Kangin, le había demostrado lo mucho que lo amaba. Incluso esas noches difíciles donde las pesadillas lo asaltaban después de la violación, su cuñado era quien se pasaba las noches a su lado tratando de tranquilizarlo para que durmiera. Más de una vez Heechul quiso contarle la verdad, pero lo detenía el hecho que Leeteuk seguramente querría hacer algo contra sus agresores, cosa que él no deseaba pues quería olvidar.

   Quieres escucharme… te contare. – Leeteuk solo asintió con la cabeza.

Comenzó a contarle desde su escape al saber del compromiso, su rescate de los Han y cómo fue su reencuentro con Siwon… le conto todo hasta el día de hoy, sin contrale sobre los ataques recibidos incluyendo el de anoche.

Entonces Leeteuk entendió la tristeza de su cuñado, estaba enamorado y lo casarían con el hermano de su amor, que ironía. Heechul también le conto de su plan de escape, le asusto mucho saber que lo intentaría pero entendía que no se rindiera, después de todo él haría lo mismo en su situación.

Después de desahogar todo lo que tenía en su corazón, Heechul confió en que no le diría a nadie tal y como se lo había pedido; pero lo que más le sorprendió fue lo que le respondió.

   ¿En verdad lo amas? – Leeteuk se llevó una mano a la boca.
   Es el único que me ha hecho sentir de esta manera, quien me permitió conocer el amor. – después se hizo un silencio entre los dos.
   Yo te ayudare Heechul. – de nuevo lo abrazo. — puedes contar conmigo para lo que sea, te ayudare sin dudarlo.
   No, no podría pedírtelo. Te metería en un lio. – correspondió el abrazo. — Pero si llegara a necesitarte, serias al primero que llamaría.

Se separaron y Heechul miro agradecido a Leetuk por sus palabras, poder confiar en alguien le hacía sentir aliviado.

   Pero, ¿cómo te dejaron pasar? ¿A qué has venido? – pregunto curioso Heechul.
   He venido ayudar a vestirte para la boda.

Hablaba Leeteuk justo cuando Junsu entraba a la habitación con una gran maleta. Junsu era parte de la escolta de Leeteuk junto con Yoochun. Estos dos habían estado bajo las órdenes de Yunho pero al pasar a ser jefe de escolta de Heechul y por ser los mejores de sus hombres se quedaron para proteger a Leeteuk.

   ¿Y eso que es? – pregunto Heechul.
   Lo necesario para verte bello. – espero a que Junsu saliera de la habitación — Aunque vayas a ser un novio en fuga, debes lucir bien.
   Lo necesitare, no me siento para nada bien. – dijo Heechul refiriéndose a sus malestares.
   ¿Qué te pasa? – Heechul le conto lo que sentía. — entonces comerás primero.
    No, si pruebo bocado ahora seguro terminare devolviéndolo. – Heechul se llevó una mano a su estómago. — en verdad no quiero nada.
   Eso… — Leeteuk pensó un poco su pregunta.— ¿te pasa muy seguido?
   Últimamente sí. – contesto un acostumbrado Heechul a todo lo que sentía.
    Haremos lo que tú quieras entonces. – Leeteuk tenía sus sospechas de lo que realmente le pasaba a su cuñado, pero con toda la presión que tendría ese día no se lo diría, además era solo una sospecha. — Comenzare a ponerte bello, eso te hará sentir mejor.

Y ambos se rieron, por las ocurrencias de Leeteuk, agradecía que estuviera ahí y que por un momento le hiciera sentir acompañado, querido. Sentados en la cama platicaron por mucho tiempo mientras Heechul se enteraba de su familia y Leeteuk le hacía comer un poco, aunque Heechul se resistía.

   ¿Cómo están mis hermanos? ¿Y mis sobrinos Kanna y Jungmi?, ¿ellos me extrañan?
   Claro que te extrañan, si eres su tío favorito. Aunque agradecieron los regalos que les dejaste antes de irte, no hay día que no pregunten por tu regreso.
   Mis niños… – Heechul suspiro resignado. — son los que más extraño, ¿y Kibum?
   Kibum está muy bien, se preocupó mucho por ti al saber que habías huido de casa con lo del compromiso incluso iba a venir.

Leeteuk hizo sentar a Heechul frente al tocador, continuo hablando mientras peinaba el hermoso cabello pelirrojo de su cuñado.

   Tu padre lo detuvo, fue muy feo ese pleito que no tuvo más que quedarse en China. Y aunque no lo creas Kangin también se preocupó mucho, no dormía los días que no sabíamos nada de ti… aunque se haga el duro te ama y le preocupas, solo que es un poco tonto y cree que todo lo que tu padre hace es por tu bien. – suspiro — pero estoy seguro que si el supiera lo que sientes por el otro Choi sin pensarlo te ayudaría.

Se agacho para quedar a la altura del rostro de Heechul mientras lo miraba por el espejo, ya que este tenía una cara de no creer lo que estaba escuchando. Leeteuk sabía que el comportamiento de su esposo para con su hermano era algo distante, pero no porque no lo amara solo que no sabía cómo expresarse. Entender a Kangin solo él había descifrado el modo.

   Kangin desea que seas feliz y saber que sufres le dolería.
   Pero ya es tarde, hare todo a mi manera…

Leeteuk sabía que no debía insistir, cuando a un Kim se le metía algo en la cabeza no había poder humano que le hiciera cambiar de parecer.

Se les fue el tiempo en su arreglo, agradecía todas las atenciones de su cuñado, aunque la mayor parte de su vida no se preocupó por su aspecto, Heechul recordó que antes si le importaba y ahora ese sentimiento había renacido en él.

   Quedaste bello Heechul, pero aun te hace falta algo. – dijo Leeteuk mientras rebuscaba en la maleta que había llevado.
   ¿Que necesito?
   Algo prestado, como todo buen novio debes conservar las tradiciones. –Leeteuk estaba algo emocionado por el momento, mas emocionado que el novio por cierto.
   Pero si esta boda es una farsa y dudo que se… — Heechul se silenció al momento de ver lo que su cuñado traía en las manos.
   Este es mío. – Leeteuk dejo una pequeña daga en manos de Heechul, esta era de oro y estaba adornada con algunas piedras, zafiros. — Es un regalo de tu hermano. Al principio no entendí porque me la daba, pero ahora sé que él quería que yo siempre estuviera preparado por si alguna vez escapaba de su cuidado. – y aunque a otros estas palabras parecerían duras, para ellos que vivían en ese mundo sabían el significado profundo de ellas.
   ¿Me lo das a mí? – no muy confiado tomo el arma.
   Si, al igual deseo que estés preparado para todo y sé que por el camino que deseas tomar no será fácil… — Leeteuk ahogo un sollozo, en verdad amaba a Heechul como hermano mientras sus manos escondían la daga entre las ropas de este. — pero esto te hará sentir un poco más seguro.
   Te lo devolveré, lo prometo. – Heechul sonrió y Leeteuk solo pudo abrazarlo forzando un poco su sonrisa.

Después Leeteuk salió para saber si ya era hora de partir. Heechul se encontraba frente al espejo reflejando su cuerpo entero, llevaba puesto un hermoso traje blanco que le calzaba como guante, su cabello rojo se lo había recogido y peinado en rulos por Leeteuk, su rostro por extraño que pareciera se veía muy relajado. Todo lo sucedido en las últimas horas le daba esa tranquilidad, la visita de su cuñado, pero sobre todo el tener presente aunque fuera en sueños las caricias de Siwon, eso le había dado esperanzas y nuevas fuerzas para continuar.

La imagen que le devolvía el espejo le gusto porque en realidad si era muy bello, mucho tiempo odio su propia belleza pero ahora se daba cuenta de lo que Siwon le murmuraba a la hora de hacer el amor… era hermoso.

Pronto regresaron por Heechul pues había llegado la hora… era hora de que su destino fuera escrito por él mismo.

*****

Mientras tanto…

Siwon se encontraba arreglándose para el gran evento, por fin el día había llegado y con un poco de temor, no por Heechul sino por él también.

Shindong estaba con él informándose de un detalle que no había dejado pasar por alto y también repasando los últimos detalles del plan, este era el hombre de confianza de Siwon, su mano derecha y su amigo, siendo muy bueno en su trabajo era el más indicado para ayudarlo. Además que este se había ofrecido a sí mismo a ayudar sabiendo lo que se le venía encima por esta loca idea.

Temprano había hablado con su hermano repasando los detalles, Kyuhyun también se encontraba nervioso por lo que Siwon tuvo que tranquilizarlo y asegurarle que jamás lo expondría, que sería el menos involucrado. Kyuhyun debía hacerse la víctima, el engañado, llorar si era necesario para que su papel fuera más convincente.

Y Yunho también le llamo, este era pieza importante del plan. Siwon sentía un poco de celos por este ya que no sabía a ciencia cierta porque ayudaba de manera ciega a Heechul, debía tener un sentimiento grande pero lo ignoraba. Por otro lado agradecía que tantas personas estuvieran a su lado, sabía que hacerse de Heechul y rescatarlo no sería tan fácil.

   ¿Que sabemos de él?
   Lee Min Ho, no estabas muy errado sobre la información que me diste sobre él. – le informaba Shindong. — El chico, bueno ya no es tan chico te lleva dos años Siwon.
   Bien, un hyung. – contesto sarcásticamente Siwon.
   Lo perdió todo y su madre acostumbrada a la buena vida volvió a casarse con un viejo viudo con un solo hijo, es menor que Min Ho. – Siwon escuchaba todo mientras seguía dando vueltas alrededor de su cuarto terminando de arreglarse. — Vivieron un tiempo en China, pero…
   ¿Pero? – Shindong se veía nervioso ahora.
   Está más cerca de lo que pensamos, no habías encontrado nada sobre él porque al casarse su madre una de las condiciones fue que el llevara el apellido del nuevo esposo. — eso le daba muy mala espina a Siwon—. Ahora se hace llamar Han Min Ho… — Shindong pudo ver la expresión sombría del rostro de Siwon. — Pertenece a la familia Han como el hijo mayor del viejo, se encarga de los negocios los Han en China y… —.de nuevo Shindong se interrumpió.
   ¿Y?... ¡Maldita sea termina por decírmelo Shindong!
   Hace unos meses salió algo mal en China y ahora se encuentra aquí en Seúl. –eso dejo blanco a Siwon.



C o n t i n u a r a...

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