Con Zapatos de Tacón... Capítulo 2





      Ok… vamos a seguir. – fue Yesung esta vez quien devolvía a los demás al juego al notar la repentina distracción que había causado Donghae en algunos.

Alguien contó hasta tres y los vasos desaparecieron del centro de la mesa y después la bebida en ellos. Esta vez habían sido Sungmin y Ryeowook los últimos en beber la última gota de su vaso.

      Ryeowook fue el último. –alegaban unos.
      No, fue Sungmin. –este caso era Yesung quien defendía a Ryeowook, ya que no quería que su pequeño fuera castigado de nuevo.
      Como yo gané, decido y digo que Sungmin perdió. –era el turno de Hyukjae de imponer el castigo–. ¿Verdad o castigo?
      Castigo no, conejo. –en su interior, Kyuhyun ya sabía que Sungmin elegiría eso. Le gustaba llevarle la contraria.
      Castigo. – dijo Sungmin despreocupadamente.
      Pero como todo es muy confuso para mí en este momento y creo que Ryeowook no te ganó por mucho, –comenzó a reírse Hyukjae, ya estaba un poco ebrio–. Digo que tu castigo será besar a Ryeowook… en la boca. Un beso francés. –recalcó.
      ¡Eso no es justo! –a Yesung no le gustaba para nada el castigo.
      ¿Y si me niego? –dijo Sungmin seriamente.


El conejo sabía que lo tenía que hacer, ya que había aceptado jugar el maldito juego y para nada era un cobarde. Además, verlo a él con otras personas, excitaba a Kyuhyun demasiado. Quizás su noche terminara bien después de todo esto.

      Obtendrías una penitencia mucho peor que el castigo y te obligaríamos a cumplirla por el código del juego.

“¿Código del juego?” Heechul se lo había intervenido pero ni siquiera sabía que rayos se trataba eso.

      Y tu penitencia sería, que me hicieras una paja con ambas manos.
      Eso es asqueroso. –se escuchó de alguno de ellos.
      ¡Hyukjae! –esta vez fue a Donghae que no le pareció el castigo impuesto.
      A mí y a mi pez… con ambas manos. –Hyukjae dijo después de la mirada siniestra que su pareja le había echado.
      ¡Eso es horrible! –a Sungmin menos le gustaba la idea. Casi vomita de solo pensar en hacer eso al mono. Estaba bien que se conocieran de años, sin embargo nunca le atrajo pensar de esa forma de Hyukjae.
      Esto va a terminar mal. –Siwon seguía farfullando como ave de mala huero.
      Un beso pero sin lengua. –dijo Kyuhyun que yacía de pie con los brazos cruzados en su pecho con una expresión bastante seria. Era mejor ese castigo que la asquerosa penitencia.

Sungmin solo se encogió de hombros. Y con resignación se fue acercando a Ryeowook acechándolo, pues el eterno maknae se había alejado de la mesa y chocado de espaldas contra la pared que dividía el pasillo con el comedor. En esa dirección se había echado para atrás, no logrando llegar muy lejos.

Las manos de Sungmin se pegaron a la pared a cada lado de la cabeza de Ryeowook, como muchas veces había visto hacer a los chicos de los doramas cuando acorralaban a la indefensa protagonista. Todos estaban viendo el lado varonil de Sungmin que pocas veces lo mostraba, ya que siempre parecía ser un cute boy.

Sungmin estaba tan cerca, que el calor de su respiración provocó un sonrojo en el rostro de Ryeowook mucho antes de tomar sus labios, haciéndolo ver adorable. Hasta que sucedió. Los labios de Sungmin chocaron con los de Ryeowook en un beso lento al principio, cauteloso y tímido. Cuando sus lenguas se encontraron, las manos de Ryeowook viajaron hacía arriba sujetando con ellas la camisa de Sungmin pegándolo a su cuerpo, soltando tremendo gemido al sentirlo.

Los demás estaban siendo testigos del beso más candente, feroz y ruidoso, que los existentes en una película porno. Estos dos estaban siendo bastante escandalosos.

Entonces por inercia, sus manos comenzaron a buscar en ellos, queriendo explorar el cuerpo del otro. Fue en ese momento que tanto Kyuhyun como Yesung intervinieron agarrando y separando a sus respectivas parejas con un sonoro “pop” húmedo, al separar estos sus bocas.

      ¿Qué fue eso? –Yesung estaba asombrado mientras sostenía a Ryeowook.
      Un beso, y uno muy bueno. –Hyukjae se reía por el camino que había tomado el castigo. Las cosas estaban poniéndose cada vez más sorpresivo.
      Se suponía que era un castigo, conejo. –un Kyuhyun enojado, sostenía a Sungmin a su lado, intentando calmar su libido a su vez.

Como todos los demás estaban en silencio, ya que el beso dado entre estos dos los había dejado casi mudos, pudo escucharse claramente la risa escandalosa de Heechul, no pudiéndose contener.

      ¡No es gracioso! –Yesung se quejó.
      Es que… si serán tontos… –Heechul intentaba controlar su risa para poder hablar y explicarles porque se reía–. Esos dos se besan de esa forma casi a diario. Ustedes no tienen idea. Se tienen mucha confianza, se perdieron el respeto hace mucho y se quieren muchísimo… Oops, eso no debí decirlo. –por la borrachera que se cargaba, Heechul comenzaba a soltar su lengua.
      ¿Sungmin?
      ¿Ryeowook?

Las parejas de ambos preguntaron casi al mismo tiempo y se escuchaban enfadados.

      ¿Cómo si no te hubiera gustado? –mirando el bulto entre sus piernas, Sungmin le reclamaba a Kyuhyun.
      No se dé qué me hablan… –Ryeowook se defendió con aire inocente y agregó un poco sumiso–: Pero si quiere puede castigarme, señor. –el brillo en los ojos de Yesung al escuchar esa última palabra que prometía miles de ideas creativas, les dijo a los demás que el incidente estaba olvidado y que el castigo prometido sería utilizado de la mejor manera posible después.
      ¡Suficiente! Continuemos. –de nuevo, Heechul atrajo su atención.

La sexta y la séptima ronda, no habían sido muy interesantes, pues a alguien le había impuesto un castigo tierno a Shindong y el siguiente, Donghae había hecho a Siwon besar a Heechul. Esos dos estaban más que acostumbrados a eso. Solo que enojado como estaba, Heechul casi obligo a Siwon a que lo besara, ya que no quería perder.

Sin embargo las cosas se iban a poner interesantes, pues con el conocimiento de vivir juntos muchos años, a una sola mirada, le tendieron una trampa a Kangin, y como Heechul había sido el orquestador, obviamente fue el ganador.

      ¿Verdad o castigo, animal? –ellos siempre se llevaban pesado, pero ebrios, eran mucho peor.
      Verdad. Ya me imagino que castigo me impondrías.

Si pensaba Kangin que con eso la iba a librar, estaba muy equivocado, ya que Heechul se sonrió con la respuesta elegida.

Siwon que no dejaba de verlo, temió por un momento por la integridad de Kangin, sobre todo porque Leeteuk se encontraba haciendo su servicio militar.

      Ok. – Heechul se froto las manos, listo para soltar la bomba–. Entonces puedes decirnos, ¿Qué posición hace gritar a Jungsoo cuando tienen sexo?
      Por favor, no hablemos de los ausentes. Eso es muy bajo y vil hasta para ti –Kangin trato de librarse de responder la pregunta.
      La verdad es que tengo curiosidad. –agrego Heechul–. Suele ser muy escandaloso cuando ustedes dos están juntos, como si lo estuvieras matando.
      Sí, es muy escandaloso. –Shindong apoyo a Heechul por primera vez de la noche–. Fue por eso que decidí mudarme, mi cuarto quedaba pegado al de ellos.
      ¡¿Y eso que tiene que ver con que sepamos en qué posición?! – de nuevo Siwon intervino, ya que no hallaba el propósito a las preguntas impuestas por su amor. Eso y que ya estaba poniéndose un poco ebrio como todos los demás y se volvía un pesado que gustaba llevarles la contraria.
      Porque si lo sabemos, podremos chantajear a Kangin y de esa forma tal vez podríamos evitar que agarre a Jungsoo en esa posición. –fue la fácil explicación de Heechul–. Estas obligado a decirlo por el código….
      Si, si, si, el maldito código del juego, lo sé. –Kangin se froto las manos–. A él le gusta que… –susurró la respuesta, y al final del susurro no se le entendió nada.
      ¡No dijiste nada! – muchos protestaron.
      Claro que lo dije. –Kangin se defendió.
      Vuelve a decirlo pero esta vez más claro. O si no, te impondremos una penitencia. –Heechul le regaño–. Y la idea de la paja al mono no me parece mala idea.
      Acá no se escuchó. –Kyuhyun dijo secundando a Heechul, burlándose de la cara que Kangin había puesto.
      ¡Bien! –Kangin al verse rodeado, no tuvo más remedio que contar una de sus intimidades con Jungsoo–. A él le gusta caerse de sentón…
      Suéltalo todo. – Hyukjae se frotó las manos.
      Le gusta montarme de sentón sobre en mi regazo cuando estoy sentado en una silla, que le abra el trasero con mis manos mientras él me monta como si no hubiera mañana, sus gritos se vuelven incontrolables con eso. Le gusta ser nalgueado mientras tanto y la sensación de ser partido en dos, es bastante gritón cuando hago eso. –Kangin se froto la cara con ambas manos–. ¡¿Contentos?!
      Eso fue… - algunos habían quedado en shock con la confesión.
      Yo solo quería saber la posición. –se quejaba Heechul–. Ahora esa imagen de Jungsoo contigo nunca se ira de mi cabeza. Jungsoo es una vil put…
      ¡Me he sentado en esa silla! ¡Has posado tu trasero desnudo ahí! –Yesung grito interrumpiendo a Heechul–. Es la silla que está en su cuarto, ¿verdad? –Kangin solo asintió.
      Ustedes querían saber. –se lavó las manos del asunto.
      Pero no así. –dijo Ryeowook mientras consolaba a Yesung, que amenazaba con darle un tic en el ojo, al recordar la de veces que platicando con Jungsoo se había sentado en esa silla.

El juego continuo, y para esos momentos, todos estaban completamente ebrios, sin excepción. Cualquiera podría perder. Las risas, las tonterías, y más bebidas no se hicieron esperar. Algunos ya estaban muy mareados, tanto que tuvieron que trasladarse al piso de la sala, sentados sobre la mullida alfombra.

Yesung había ganado y el pobre perdedor era Zhou Mi. El más alto no manejaba muy bien el alcohol. Hasta Yesung se le hacía raro que aun estuviera ahí. Quizás mucho tenía que ver el que Henry también estuviera ahí.

      Zhou Mi, ¿Verdad o castigo?
      Castigo. –sin prestar mucha atención, Zhou Mi había respondido.
      Muy bien. –los ojos de Yesung fueron buscando alrededor de la mesa, hasta que... – Zhou Mi, dejarás que jalen de tus tetillas... Con los dedos de ambas manos y al mismo tiempo, sin ropa de por medio. –rápidamente los sorprendidos ojos de Henry fueron atrapados por Yesung– Y tú Henry, serás quien aplique el castigo a Zhou Mi.

Un jadeo general no se hizo esperar, así como un quejido de protesta del castigado, que no entendía porque había involucrado a Henry su castigo.

Al ver que Henry no decía nada, Zhou Mi había cerrado sus ojos e inclinado su cabeza hacia abajo mientras sus brazos intentaban cubrir su pecho y sus próximas torturadas tetillas cruzándolos al frente. Zhou Mi no sabía si el calor de sus mejillas era provocado por saber que Henry podría hacer lo que se le pedía o tal vez fuera el alcohol ingerido.

El más pequeño del grupo se había desarrollado muy bien los últimos años, tanto como su carrera. Todo estaba en su lugar y había músculos donde antes no los había, el pequeño a los ojos del chino, se había vuelto un hombre con cuerpo apuesto. Y después de lo sucedido aquella noche que intentaban olvidar, cuando despertaron juntos en aquella cama, no había podido olvidar a
Henry.

      El castigado soy yo. –Zhou Mi trató de evitar que embarraran a Henry, al ver que el otro seguía sin reaccionar.
      Pero alguien tiene que hacerlo. –explicaba Yesung–. O en todo caso lo haré yo.
      ¡No, tu no! –aunque Ryeowook estaba muy ebrio no se le olvidaba defender lo suyo, rodeo a Yesung apretando sus brazos, negando con su cabeza en muchas ocasiones.
      Claro que no, - dijo Yesung -. por eso le pedí a Henry, pero si no quiere…
      ¡Yo lo hago!

Todos en la sala se giraron sorprendidos a ver a donde Henry había gritado. Se le veía un poco ceñudo y demasiado serio como para estar jugando con una bola de ebrios. Incluso cuando hasta hace poco estaba riendo igual que los demás por las tonterías hechas.

Ambos, castigado y castigador, Zhou Mi y Henry se pusieron de pie, pues habían estado sentados en la alfombra como junto a todos los demás.

Estando uno frente al otro, la altura de Zhou Mi parecía no intimidar a Henry, pues cuando los dedos del más alto fallaron al intentar abrir los botones de su camisa ya que tenía que abrirla para imponer el castigo en sus pezones, el más bajo quito sus manos y comenzó a desabotonarlos por él.

      Yo lo hago. –y el tono ronco de la voz de Henry, dejo a Zhou Mi quieto y dispuesto a dejarse hacer.

Como grupo y amigos de años, es obvio que todos se habían visto sin camisa y hasta desnudos, pues en algún momento hasta el baño compartieron. Por no decir de todas esas parejas que se habían formado en el grupo, solo unos pocos eran la excepción, entre ellos estaban Henry y Zhou Mi, hasta ese día que durmieron juntos y nadie recuerda que pasó.

Con la camisa abierta y la cabeza de Zhou Mi girada hacia otro lado, ya que quería ocultar el sonrojo que estaba cubriendo su rostro, pues por la altura de Henry, este quedaba exactamente casi frente a su pecho y algunos centímetros más arriba.

Henry no solo pudo observar aquella blanca piel expuesta, sino que se aventuró a pasar sus dedos un poco por esa suave piel hasta tocar las tetillas del más alto. Al toque de sus dedos preparándose para el castigo impuesto, las pequeñas protuberancias se endurecieron como rocas, casi saltando del pecho de Zhou Mi, como ansiando el toque.

Para cuando los dedos de Henry jalaron de estas, Zhou Mi no pudo reprimir un gemido satisfactorio que a todos sorprendió, no así a Henry quien no perdió detalle del rostro del más alto. Los ojos de Zhou Mi tortuosamente cerrados, su boca mordiéndose el labio inferior mientras gemía y el rojizo de la piel donde antes habían estado los dedos de Henry. Eso sin mencionar de sus tetillas sobresalientes por haber sido torturadas.

Cuando los ojos de Zhou Mi se abrieron, lo que Henry vio en ellos fue suficiente para él. Fuego y pasión puros. Por lo que agarró la mano del más alto, tomo su chaqueta y se la aventó al pecho para que Zhou Mi se cubriera. No había tiempo que perder abotonando su camisa de nuevo.

Zhou Mi entendió y la apretó frente a su pecho desnudo, cubriéndose lo suficiente.

      Nos vamos. –dijo Henry como despedida mientras caminaba hacia la puerta llevando de la mano al más alto, dejando a los demás en silencio.
      Wow, eso sí que fue rápido. –Heechul rompió ese silencio, pues ver a un Zhou Mi siendo jalado por un Henry decidido, no se veía todos los días.
      Heechul… –Siwon trato de reprenderlo.
      ¿Qué? Esos dos necesitan desahogarse. –dijo Heechul encogiéndose de hombros, dándole la espalda a Siwon, seguía molesto con él por aguafiestas.
      Eso es cierto. – Yesung lo secundó.
      ¿Ves? –se defendió Heechul. Siwon solo rodó los ojos, se estaba cansando de la actitud del mayor. O era eso, o el alcohol lo estaba poniendo de malas.

Con la partida de Henry y Zhou Mi, los demás continuaron con el juego. Las botellas de soju se estaban acabando y la locura en ellos aumentaba, así como los retos iban subiendo de tono; la mayoría había perdido alguna vez. Incluso a Siwon, que se había salvado las veces anteriores, le llegó la hora de perder.

Y fue Kyuhyun, el más ocurrente y cruel con los castigos después de Heechul, quien le toco ganar esta ronda.

      ¿Verdad o Castigo? –a estas alturas cualquier cosa que escogiera, Siwon sabía que sería algo muy malo para él, pero al menos esperaba conservar su intimidad evitando las verdades.
      Castigo. –eligió.
      Tienes que ponerte un vestido súper corto y modelarnos aquí. –sin pensárselo mucho, Kyuhyun impuso el castigo.
      ¿De qué vestido estás hablando? –Siwon como algunos de los otros, los que no vivían en el departamento, eran los que no tenían ni idea de que vestido hablaba.
      Estas diciendo que Siwon debe de ponerse uno de la ropa que metieron acá de resguardo, ¿Esa ropa? –Hyukjae pregunto, a lo que Kyuhyun asintió–. ¡Estás loco!
      Si le sucede algo a esa ropa nos van a linchar. –Yesung también estaba enterado de esa ropa que se encontraba en el cuarto vacío.
      Si ya saben cómo somos, para que la dejan aquí. – se escuchó en la sala.
      Nada que no se pueda comprar después. Siwon puede comprar eso y más. –la lógica explicación de Kyuhyun no convencía a muchos–. Además es ropa barata por lo que pude ver.
      ¿De qué grupo son?
      ¿No pueden ser de las GG? –Ryeowook y Sungmin comenzaron a cuchichear tratando de adivinar de a qué grupo pertenecía aquella ropa.
      ¿Para qué quieres verlo con vestido? ¡Siwon nunca se pondrá nada de eso! –Heechul intervino–. Todos sabemos que a quien le viene bien eso de los vestidos de los dos, es a mí. Yo me lo pongo en su lugar. –Heechul estaba regodeando de si mismo, sin embargo Kyuhyun no le hizo caso.
      Entonces, ¿vas hacer el castigo o prefieres una penitencia, Siwon-shi?



CONTINUARÁ…

Comentarios

  1. Por San Siwon iluminado, las locuras que estos cometen con tanto alcohol y lo peor es que el pobre va a terminar pecando y ni que decir de Henry y Zhoumi, pero si hablamos de hacer el amor y como grita LeeTeuk de veras que lo disfruta..

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  2. wow! henry y zhoumi no pierden el tiempo con jueguitos... tal parece que Heechul queria salvar a Siwon de su castigo y de paso presumir y tal vez provocar a Siwon

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  3. No se porque pero siempre que veo a Siwon con ese vestido azul pienso en el tipo que es luchador Kawaii, no recuerdo su nombre.
    Pero ya quiero saber qué pasará con Siwon vestido de putafina XD

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  4. Las locuras de Heechul y los castigos subidos de tono se animara Siwon a ponerse el vestido,Zhoumi y Henry no aguantaron mas fueron a divertirse, gracias por el cap espero el siguiente bye.

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  5. Dios santo, que no daría por ser una mosca en la pared y estar viendo todo lo que esta pasando en el apartamento.... Gracias por el capitulo, espero el siguiente con ansias. Un abrazo y feliz año nuevo 🍸🎆🎄🎋🎊🎉

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