My Rain And You… Capítulo 02



Ahora, ya no te extraño más
Incluso no quiero ni verte
Ya estoy olvidando que nos amamos
Tranquilamente.
…Rain and You

Un mes que no supieron nada de Heechul. Con algo de paciencia y algunos contactos, Siwon localizo varios puntos donde podía encontrarse con él. Solo esperaba que no pusiera mucha resistencia, si era necesario tendría que amenazarlo y traerlo a la fuerza.


Por eso ahora se encontraba manejando ya cerca de 12 horas a toda velocidad hacia ese rumbo cruzando la ciudad. En un momento sonó su celular y contesto sin dejar de pisar el acelerador a fondo.

   Dime Hongki.
   Lo encontré Siwon.
   ¿Lo tienes a la vista? —pregunto despreocupado.
   Si, si lo estoy viendo ahora mismo, pero…
   Pero ¿qué? Hongki contesta —se impaciento con la pausa que hizo su contacto.
   Tienes que venir pronto o no lo encontraras vivo —dijo preocupado el muchacho.
   ¿Aun estas en el punto que me dijiste?
   Ese mismo.
   Estoy cerca, no tardare. Escóndete y en cuanto me veas llegar te largas.
   Claro…

Ahora sí que la había hecho ese Kim, mira que estar al borde de la muerte y tener que ir a rescatarlo; ¿cómo es que de atraparlo el papel había cambiado a salvarlo?

¡Ah! No estaba muy seguro pero con Heechul nunca se sabía lo que pasaría.

Como dijo Siwon, llego en 10 minutos al lugar que le había referido HongKi, aparco algo lejos y camino hasta donde se encontró con el chico. Este con señas le mostro el lugar donde se encontraba supuestamente el Kim. Un tiradero de autos que se encontraba tras un gran taller mecánico.

Siwon se percató que no era cualquier taller, este pertenecía a la familia Han; Siwon miro al chico con reproche y enojo.

   ¿Por qué no me habías dicho que estaba en una de las bodegas de los Han? —estaba muy molesto pues no le gustaban las sorpresas.

Además con los Han rondando seguro que tendría que usar algunas balas y eso no le gustaba nada.

   Yo… yo no sabía.
   Puede que ahora este muerto… —no sabía si eso sería un alivio o una maldición— ¡Aah! Esto solo puede estar pasándome gracias a Kim Heechul.

La familia Han era traficante de autos: piezas y autos completos de colección. Esta información seguramente no la conocía el muchacho, por eso Siwon no podía enojarse con él pues apenas y era eso, un crio jugando a ser malo, pero al fin de cuenta estando a su servicio debía ser más cuidadoso con la información que le daba; seguramente con el tiempo aprendería.

   Vete… —fue lo único que le dijo para que el muchacho desapareciera de su vista, no quería terminar de sacar su frustración con él.

Para entrar al tiradero decidió hacerlo por el callejón, sin salida como todos. Se adentró en el mientras iba sacando su pistola, tenía que ser muy cuidadoso pues estaba en terrenos desconocidos y controlados por otra familia; tal vez ese día tuviera que matar a unos cuantos cosa que no le agradaba mucho.

Siwon nunca tuvo necesidad de matar a nadie, pues para eso tenían gente que se encargaba del trabajo sucio; a decir verdad no le gustaba para nada quitarle la vida a otro ser, más era muy bueno con las armas.

   Buena la has hecho Kim, pero esta me la pagaras —se repetía mientras caminaba.

Sorteo varios obstáculos como partes de auto, charcos de aceite, autos a medio desmantelar y a lo lejos podían escucharse varios murmullos, termino escondiéndose tras un auto cuidando de no ser visto. Pero continuo caminando al ver que aún estaban algo lejos de su alcance, por lo que continúo avanzando hasta donde provenían las voces.

Siwon se encontró con una escena bastante conocida por él, cinco sujetos rodeando a un muchacho que vestía muy mono, ya que llevaba puesto unos pantalones rojos que se ajustaban a sus piernas, una playera negra debajo de un suéter abierto de color rosa con unos converse rojos. Este se encontraba atado con cinta plateada en manos, brazos, piernas, pies y con la cabeza cubierta con alguna funda negra.

No podía ver bien al chico que estaba en el suelo pues sus agresores le impedían ver, además que era imposible verle el rostro. Entre los cinco se encontraba Hangeng, era al único que Siwon conocía entre todos los que estaba ahí; este último hablo.

   Esto es para que entiendas que a los Han nadie se le niega y mucho menos una preciosidad como tú.

Hangeng se agacho levantando la camisa del chico e introdujo su mano en el pantalón de este apretando su virilidad. Del chico salió un sonoro grito y después que lo soltara, una maldición.

Por fin Siwon pudo reconocerlo, era Kim Heechul el que se encontraba atado, podía reconocer su voz entre cualquiera. Pero no lo había reconocido por las ropas lindas que vestía haciéndolo ver un chico delicado y diferente al que había visto los últimos años. Vestía muy bonito para ser Kim Heechul se dijo Siwon y con el rostro cubierto difícilmente se hubiera imaginado que fuera él.

El rostro de Siwon cambio pues estaba bastante enojado con ese Hangeng que lo tomaba de esa manera, ya que adivinaba sus negras intenciones para con el chico. Aunque ese chico fuera Kim Heechul, no merecía ese trato.

   Pero si eres muy hermoso, es una lástima que tuviera que llegar a esto, me habría gustado que tú fueras más complaciente por voluntad propia —seguía hablando Hangeng— Pero me has hecho tener que obligarte, así que tendrás un escarmiento hasta que me supliques que te deje a mi lado.
   Tks… que te crees —se escuchó un leve reproche de Heechul y después una sonora risa

Definitivamente ese era Kim Heechul. A Siwon le pareció que lo estaba tratando como una conquista, ese Hangeng debía desear a Heechul eso lo tenía muy claro. Pero el Kim no se lo ponía fácil pues se resistía y se burlaba, como pudo se removió en el suelo sacando la mano de Hangeng de sus ropas. Cosa que hizo que el otro se enojara y ordenara golpearlo. Si había venido por él, era hora en la que Siwon debía actuar.

   En el rostro no le den, quiero ese bello rostro intacto —ordeno Hangeng.

Y los mastodontes que tenía a su cargo comenzaron a patear a Heechul en el cuerpo, fue cuando se escuchó el primer disparo y uno de esos hombres cayó al suelo herido en una de sus piernas que le impedía moverse.

En esos momentos Siwon no pensó en matarlos por lo que sus disparos no serían mortales. Salió de su escondite detrás del coche y los amenazo con su arma, pero como los hombres que aún estaban de pie dieran muestra de desenfundar para dispararle; tuvo que disparar de nuevo.

   Cúbranse —alcanzo a gritar Hangeng, pero ya había caído otro de sus hombres.

Siwon era certero con la pistola, en un abrir y cerrar de ojos había herido a tres de ellos disparando a través de los objetos que se le cruzaban en su camino haciendo que se fueran alejando de Heechul.

Viendo su guardia baja a Hangeng no le quedó otra más que correr por refuerzos taller adentro ya que no sabía cuántos hombres más le estaban ayudando al que disparaba.

Habiéndolos alejado, Siwon tomo el bulto del suelo cargándolo sobre su hombro; Heechul no se lo ponía fácil pues se movía demasiado pensando que era uno de sus agresores.

Como pudo, Siwon salió de ahí con su pesada carga, lo más rápido posible antes de que Hangeng regresara con más hombres. Corrió sin mirar atrás hasta llegar a su coche, la gente en la calle solo miraba sin hacer nada ni meterse siquiera, ya que eran escenas que veían a menudo en esa parte de la ciudad.

Abrió la puerta trasera y echo el bulto sin consideración en el asiento trasero... «Oh, sí, dulce venganza que llegas lenta» pensó Siwon cuando al aventarlo adentro del auto, Heechul pegara un grito de agudo de dolor al haberse golpeado con el suelo de este; cosa que le hizo reír bastante a Siwon para después subirse a su auto y arrancarlo alejándose del lugar lo más rápido posible.

Se alejó lo bastante de la ciudad tomando la ruta más solitaria de regreso a Seúl, sería un viaje más largo pero estaba seguro que la primer ruta que tomarían los Han para buscarlos seria la autopista tratando de darles alcance en su huida. Pues seguramente Hangeng lo habría reconocido a él. Siwon esperaba que ignorara quien era Heechul.

Para Heechul su principal preocupación en ese momento, era la incómoda posición en la que se encontraba dentro del auto, no podía ver y no podía mover su cuerpo con facilidad por culpa de los amarres; además de no reconocer al babo que lo cargo y que lo había tratado tan salvajemente.

Como pudo se levantó del suelo del auto subiendo al asiento, se removió un poco intentando desatarse pero fue inútil, y entonces al no lograr nada, Heechul soltó una maldición.

   ¿Qué acaso estás luchando con alguien ahí detrás? —le preguntó Siwon burlándose.
   Solo estoy tratando de quitarme esto… ¡aaaah! y acabo de romperme una uña seguramente.

Siwon no podía creer que en tal situación se preocupara por esas cosas, sí que estaba resultando divertido salvar a su ex amigo

Sin embargo le ayudaría a Heechul un poco para que se sintiera más cómodo, estaba seguro que era molesto traer eso en la cabeza sin poder ver nada. Entonces Siwon se detuvo un momento a un lado de la carretera y se dispuso a quitarle la funda de su cabeza, después de todo, quería ver la reacción del Kim cuando viera quien era su salvador.

Reía internamente mientras le soltaba el amarre y le sacaba la funda, volteo un momento hacia el frente abrió la ventanilla y echo la funda fuera del auto.

El sorprendido fue Siwon cuando lo vio…

Cuando Heechul se colocó justo en el espejo retrovisor quedando a la vista del Choi, este se embeleso ante lo que sus ojos veían. Pero que visión… «Por dios que era hermoso Heechul» se decía Siwon, dejándolo con la boca abierta.

Definitivamente había cambiado o se había equivocado de chico, no es que en su adolescencia fuera feo pero este Kim Heechul era muy diferente al que recordaba en los últimos años, que se ocultaba por completo en sus capuchas o gorros.

Tenía unos labios gruesos y una boquita colorada, unos hermosos ojos negros enormes y muy vivos, su fino rostro y sus facciones eran complementados con el largo cabello pelirrojo que tenía ahora. No, si era el mismo Heechul que recordaba en su infancia pero, porque ahora lo veía tan diferente… tan hermoso.

A su vez Heechul también había descubierto que su captor no era nadie más que Choi Siwon, su ex amigo y enemigo… Bueno, eso para él ya había quedado en el pasado. Pero sabía que si lo había salvado solo podía significar una cosa, su familia lo había mandado a buscarlo para devolverlo y hacerle cumplir la boda.

Heechul detuvo un poco sus pensamientos ante la mirada que le lanzaba Siwon, su amigo no había cambiado mucho de rostro, seguía siendo igual de apuesto a como lo conoció; con la diferencia que se le veía más masculino y su cuerpo, lo había cargado con una sola mano era suponerse que tenía un cuerpo bien trabajado.

Heechul sintió venir a él todos esos recuerdos del pasado que compartió con Siwon, bellos momentos en donde ambos se protegían y se querían como buenos amigos. Entonces supo que todo eso lo hacía sentir cómodo con su ex amigo aun estando en esa situación de captor y presa.

   ¡Aish! Porque tenías que ser tu Choi, pudieron mandar a cualquiera por mí —se quejó Heechul haciéndolo reaccionar.
   Si tú no hubieras escapado, no habría necesidad de esto —le recrimino Siwon.
   Tienes razón, pero mi lucha tenía que hacerla para escapar de esa locura —término por decir Heechul recargándose en el asiento intentando nuevamente desatarse.

No podía dejar de verlo, Siwon sintió revivir todo su pasado con Heechul con la última frase de este. Así era como lo recordaba, siempre intentaba las cosas aunque supiera de antemano que podría fracasar; cosa que no pasaba mucho cuando eran niños pues todo lo que se proponía lo lograba. Viéndolo de esa manera le pareció tan diferente, una persona a la que había que proteger y no atrapar como lo había hecho él.

Siwon sacudió la cabeza, pero que cosas estaba pensando, mejor le haría platica, le daba curiosidad saber cómo se había metido en territorio de los Han, si Heechul tenía conocimiento de todos ellos. En la mafia todas las zonas repartidas eran conocidas entre ellos para no desatar pleitos.

   ¿Cómo fue que terminaste así? —pregunto Siwon mirando el espejo retrovisor captando la atención de Heechul.
   ¿Así, cómo? Amarrado en el asiento trasero de tu auto o que mi situación cómica te cause gracia —le respondió Heechul sarcásticamente
   Es en serio, hablo de Hangeng —hizo un gesto Siwon— Heechul tu sabes bien que esa zona es de su familia, ¿Qué hacías ahí?
   No estaba por voluntad propia, eso te lo puedo asegurar.
   ¿Entonces?
   Entonces… —Heechul titubeo un poco— Te puedo decir que ese Geng es un pervertido de lo peor que cree poder obtener todo lo que desea.
   ¿Cómo está eso? —pregunto curioso el Choi.
   Creo que ya llevaba días vigilándome, por lo que hoy camino a mi trabajo me interceptaron con una de sus camionetas y me treparon en pleno centro de la ciudad, cuando esa ni siquiera es su zona —se quejó Heechul.
   ¡¿Trabajando?! ¿Vigilado? — «En que estaba trabajando el Kim», se preguntaba Siwon.
   ¡Sí! vigilado y quita esa cara Choi. ¿Qué no puedo tener un trabajo como cualquier otra persona? Así me he ganado la vida estos últimos meses.

Heechul se acomodaba en la mejor posición que podía en el asiento trasero para estar cómodo. Se había rendido pues no podía quitarse los amarres y continúo mirando al retrovisor directo a Siwon.

   Creo que le guste a ese Han —y por un momento Siwon pudo asegurar que lo vio sonrojarse— Me quería para él, incluso ya me lo había propuesto pero me negué, entonces fue que decidió hacerlo a la fuerza.
   ¡Oh! —fue lo único que pudo exclamar Siwon, «Entonces Hangeng tenía la intención de hacer suyo a la fuerza a Heechul y cómo no, si está muy bello», se decía— ¿Te reconoció?
   No —dijo Heechul suspirando— Al parecer el disfraz que usaba como Kim ha funcionado, nadie de las familias podría reconocerme y siendo la Han una de las más fuertes, que no me reconocieran quiere decir que hice bien mi trabajo.
   ¿Te disfrazabas?
   Era necesario, tú crees que alguien me temería y respetaría con este bello rostro y perfecto cuerpo —Heechul mostro su sonrisa de medio lado que bien recordaba el Choi.

En parte, ahora Siwon sabía por qué las fachas de Heechul, hasta es posible que de haberlo visto antes vestido de la manera como estaba vestido en estos momentos, él mismo hubiera intentado secuestrarlo y hacerlo suyo olvidando su enemistad. Por primera vez en diez años le daba la razón al Kim.

Volvió  mirar el espejo retrovisor, se le veía bastante incomodo ahí atrás a Heechul.

   Cerca de aquí hay un área de descanso. Si quieres, puedo parar y ayudarte un poco con esos amarres.
   ¡Eso sería genial! —se alegró Heechul— Y tampoco me importaría ir al lavabo, antes mi rostro fue tocado por los labios de ese Geng… ¡iuck!
   Tan feo no estaba, y se le veía realmente enamorado de ti —comenzaba a bromear Siwon con él. A lo que Heechul también respondió con una sonrisa sincera y sonora.

La risa le sentó bien, y Siwon comprobó que se podía ver más bello. Aunque no entendía porque de nuevo sentía tanta familiaridad con el Kim, después de todo habían pasado diez años odiándose mutuamente.

Salieron de la carretera y aparcaron en el área de descanso que había mencionado Siwon, coloco el freno de mano y rodeó el coche para entrar en la parte de atrás.

En cuanto entró en la parte trasera del auto con Heechul, supo que había cometido un grave error. Pues un deseo estaba despertando en él y aunque creía poder poner bajo control… no estaba controlado del todo.

   De acuerdo, date la vuelta para comenzar con tus manos —dijo Siwon con la voz más calmada que podía.

Realmente estaba todo enredado en cinta en la parte de arriba, sus brazos pegados a los costados encintados a la altura del pecho y sus manos. Pero también pudo notar moretones en su blanca piel, producto de los golpes que había recibido, se notaban demasiado grandes y seguramente debían dolerle.

Se recriminaba a sí mismo el estarse preocupando por Heechul a estas alturas, si así era el comienzo, Siwon no quería pensar como terminaría.



CONTINUARÁ...

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