Growing Pains… Oneshot


Título del Oneshot: “Growing Pains‬”
Autor(a): Lunis HeeChan
Pareja:
 HaeHyuk
Tipo: Yaoi, OTP
Género: Angst, Drama, Romance, Lemon
Clasificación: +16
Advertencias: Shot relatado desde el punto de vista de Hyukjae. Hay una frase dentro del shot que vi en un dorama y supe que encajaba perfecta acá, estará subrayada.
Comentario de la autora:Shot inspirado por el teaser 2 de Growing Pains de D&E, a pedido de muchas de mis lectoras. Hace mucho que no escribo EunHae, así que espero sea de su gusto y que en verdad haya escrito bien la idea que deseaba transmitirles.

Gracias a todas por animarme a escribir esto que salió de una sola noche. A mi comadre Yota por sonsacarme, a mi vecina SuJudithELF que es EunHae shipper, a Gabriela Lee Choi por la imagen que no pude utilizar, Abril Damaris Huerta y a Mafer Spinetta Meza que me prometió que si lo escribía sería el primer EunHae que leería.

Disfruten la lectura.

Las Quiero Nenas… Saranghae♥




Growing Pains‬

- Ella no significa nada para mí.- trata de sostenerme. Me alejo -. Tan solo es una más para cubrir las apariencias. Te quiero solo a ti. – se aferra a mi como si eso pudiera salvarnos.

Si me quisiera como dice… No se da cuenta que yo estoy en la misma situación y no tengo a nadie a mi lado. Porque estúpidamente pienso que todo va ir bien entre nosotros, que al final podremos estar juntos como tantas veces lo hemos charlado, porque a pesar de todo lo quiero a él. Pero… me he cansado de esa excusa.

Intenta tomar mi mano más no lo dejo. La retiro antes rozando solo sus dedos. Se enoja, enfurece, sé que quisiera que todo esto fuera fácil, tenerme en sus brazos. Ya no puedo. Me sujeta de ambos brazos, sacude mi cuerpo queriendo que reaccione como siempre a sus palabras, ¿Qué puedo hacer yo si lo que me dice ya no me asegura su amor? Porque ni yo mismo puedo ya engañar mi corazón tan fácil, con sus acciones lo ha ido debilitando todo y no veo el día en que ponga lo nuestro en primer lugar.

Quiere abrazarme. Me remuevo, manoteo y sin querer lo alejo con un golpe. Esto está yendo demasiado lejos.

- ¡No me vas a dejar! – grita desesperado.

Termina arrojándome a la cama. En la misma que ha estado con algunas chicas que lo orillan llevarlas ahí, la misma donde varias veces me ha hecho el amor y donde muchas veces termine con el olor de ellas encima.

Ya no hace nada, solo está ahí, de pie.

Su familia y posición lo obligan a guardar las apariencias, entonces yo tengo que ser el que aguante que este con otras. Y sin embargo hasta hace poco no me importaba. ¿Qué cambió? Esta última chica… es diferente ahora, me canse de hacerme a un lado y dejar pasar las cosas para que él pueda desempeñar bien su papel.

Está llorando. No lo puedo ver porque eso me destrozaría, quebrantaría mi voluntad y determinación como lo ha hecho muchas veces. Sé que llora por mí, ¿Por qué no puede retenerme? Quizás me ame, pero no soy suficiente como para enfrentarse al mundo por lo nuestro y si continuamos con esto, los problemas crecerán. Llegará el momento en que lo llegue a odiar y no quiero, sé que no podré amar a nadie más como lo amo a él.

Ha sido violento. Es la primera vez que sucede. Muestra que entre nosotros los problemas crecen. Observo el anillo que me dio la última vez a modo de disculpa. Esa noche fue mágica, hermosa, por primera vez en semanas pensé que todo podría ir bien. Ahora sé que solo fue la calma antes de esta tormenta.

Las cosas no pueden seguir de esta forma. Quiero que ese amor permanezca cálido en mi corazón. Como un buen recuerdo.

- Bien… - llamó su atención. Pues camina dando vueltas sobre el mismo lugar mientras lleva las manos a su rostro. Seguro que está pensando que esto no es real, él muy tonto, sé que me ama de verdad. Pero yo necesito algo más -. Me haré a un lado.
- Gracias, gracias... – llega a mi lado y se sienta sobre la cama -. No te vas arrepentir. – toma mi mano -. Ya verás que pronto… - niego con la cabeza.
- Es la última vez que nos vemos Donghae, que soporto esta situación y como me haces sentir cada vez que te veo con alguna de ellas. Odio sentirme de esta manera. – no reacciona pues mis palabras lo han tomado por sorpresa. No lo asimila aún -. Tal vez fue un error de mi parte haber aceptado esta situación en primer lugar, tengo suficiente de esto y de nuestros malentendidos.
- Hyukjae… - puedo escuchar el ruego en su voz al pronunciar mi nombre.
- Lo he pensado mucho aunque no lo creas. – me rio, pero por dentro mi corazón llora -. He estado contigo todo este tiempo soportando porque pensé que me amabas. Que amabas al hombre que soy, a este ser inferior que se desvivía por estar a tú nivel compensándolo con amor, porque eso me hacía amarte con más fuerza.

Pronto las lágrimas acuden a mis ojos, en los de Donghae, sus ojos están inundados de ellas. No espera más y jala mi cuerpo sobre la cama junto al suyo, me abraza por la espalda. No hago nada. Después de todo es la última vez y sentir su aliento en mi cuello me hace sentir bien, puede que no sea tan dura esta despedida.

- Sabes, tenía la esperanza en mi corazón que mientras estuvieras conmigo, superaríamos esto y sería como en el pasado cuando nos conocimos.

No teníamos estos problemas, pues solo éramos él y yo. Conociéndonos, aceptando este amor que comenzaba a surgir entre nosotros. Incluso sin pensar en cómo enfrentaríamos a los demás, pues dos hombres que se aman, no era bien visto. Sin embargo nos las apañábamos para estar juntos sin importar que. Aceptamos que nada iba a cambiar lo que nuestros corazones sentían. Hasta hoy.

- Si tan solo… - no termino de decirle, no puedo darle soluciones, esto tiene que hacerlo por sí mismo -. Me desilusionaste una y otra vez Donghae, me hiciste sentir miserable.
- Tú sabes la verdad Hyukjae.
- ¡Al diablo esa verdad! – me alejo de su abrazo y término por levantarme de la cama -. Esa verdad cambió con los hechos, tú cambiaste y yo lo he hecho, tuve que hacerlo.  Esto no es sano, estoy cansado de sentirme de esta manera y lo peor de todo, es que me he dado cuenta que toda mi vida estos últimos años junto a ti, solo he estado a tu alrededor queriendo adaptarme y pasar todo por alto. Es suficiente Donghae.

De nuevo viene tras de mi pero ahora no se acerca completamente. Se ha detenido unos pasos antes de llegar. La indecisión en sus ojos me dice que no sabe qué hacer y eso termina por matar la última esperanza que tenía, porque sus acciones no van a la par de su amor.

Retiro el anillo de mi dedo, el símbolo de lo que teníamos y al hacerlo es como si me quitara de encima todo lo que significaba esta relación, haciéndome sentir vulnerable y desnudo aunque no lo estoy. Tomo su mano, coloco el anillo sobre esta y la cierro. Donghae lo aprieta en un puño, lo observa y después me mira, con largos pasos acorta la distancia entre nosotros hasta estrellar sus labios con mis míos.

“Es la última vez, me repito y lo dejo saquear mi boca”

Me besa con pasión y dulzura, como tantas otras veces, acariciando mi cuello con sus manos, mordisqueándome los labios de vez en cuando, enrojeciéndolos con aquella acción. Me permito acariciar su espalda con una mano mientras la otra la pierdo entre su sedoso cabello. Nos separamos cuando el aire comienza hacernos falta.

Sus besos y su toque siguen teniendo la misma fuerza para hacerme sentir como un idiota enamorado. Si tan solo con su buen trato me tenía corriendo en círculos a su alrededor. Le di oportunidades, le rogué  muchas veces y que dijéramos la verdad. Pero ha destruido esta oportunidad también.

Al alejarme de él, siento como su mano y sus dedos se deslizan por la piel de mi cuello, mi chamarra hasta sentirme perdido sin su toque. Ha sido todo. Giro mi rostro para que no me vea llorar mientras salgo de ese cuarto donde compartimos algunas noches, del departamento y de su vida.

Corro lo más rápido que dan mis piernas alejándome del edificio. La fría brisa sobre el puente peatonal me hace temblar, estoy frio, mi corazón ha quedado frio.

Aún estoy lo suficientemente cerca, inconscientemente no me he alejado demasiado, puedo ver el aparcamiento. Me doy cuenta que fui lo suficientemente rápido cuando logro ver salir a Donghae hacia su auto deportivo, luce mal y va a manejar. Por instinto levanto mi rostro y pido al cielo que lo proteja, que no vaya a cometer una locura. En ese estado no debería manejar.

Sé que no ha parado de llorar, yo tampoco lo he hecho. Pero pronto comenzara a llover y las gotas de lluvia se llevaran nuestras lágrimas, y con el tiempo lograremos olvidar. Borraremos este momento de nuestras mentes y aunque nuestro corazón nos haga recordar lo que una vez hubo, ya no dolerá tanto estar separados. Al menos eso es lo que deseo porque ahora duele tanto.

En algún lugar, Donghae me busca mientras llora en su auto, pero no voy a estar. Dejare de frecuentar todos esos lugares donde íbamos, cambiare de casa e incluso de trabajo. Me borrare de su vida. No seré más un obstáculo. Necesitamos olvidar, para seguir con nuestras vidas, pasa ser más normales.

Llueve, las gotas ocultan mis lágrimas, mi corazón duele porque lo amo, porque me ama, pero los problemas crecen al estar juntos y las circunstancias no ayudan. No sé si alguna vez dejara de doler, más me permito derramar estas lagrimas por él y por lo que pudo ser.

* * *

Ha pasado algún tiempo, ¿Habrá alguna medicina que te haga olvidar? O mejor aún, ¿Algún doctor podría borrar mi memoria? Porque sigo pensando en Donghae, mi corazón lo sigue amando y mi cuerpo recordando su toque. Todo este tiempo ha sido como una triste tortura.

Me mude a las afueras de la ciudad, en los suburbios, donde la vida que llevaba con Donghae parece muy lejana. Mi vida se ha vuelto una rutina que me lleva del trabajo a la casa y viceversa, mi mundo se ha vuelto muy pequeño. Sungmin, un amigo de la infancia, no dudo en darme alojamiento y un trabajo con el cual mantenerme en su cafetería. Ha sido de mucha ayuda, amable e incluso ha intentado ayudarme a olvidar, pero eso es imposible.

- Algún día llegara alguien que corresponda tus sentimientos y te amara tanto, como lo mereces Sungmin.
- Sí, algún día también me llegara mi propio Donghae. – frunzo el ceño al escuchar su nombre.
- ¿Qué dices?
- Te llego esto. – Sungmin me tiende un sobre.
- ¿Qué es?
- No sé, averígualo tú.

Sungmin se acomoda frente a mí en la barra sorbiendo un café curioso de lo que contiene el sobre. Observo lo que me ha dado, no tiene remitente, solamente mi nombre pero con eso es suficiente, sé que es la letra de Donghae.

- ¿Cómo supo?
- Me has dicho que es rico, ¿no? – asiento -. Seguramente encontró la manera. – su explicación suena lógica.

Unos días después de que nos separamos, sin saber nada de él y justo cuando pararon sus incesantes llamadas, pensé que me dejaba al olvido. Y ahora después de meses, tener este sobre en mis manos, me dice que él nunca dejó de buscarme. O quizás siempre supo dónde estaba, solo que no me lo hizo saber.

Abro el sobre con ansiedad de saber. Unas cortas palabras que lo dicen todo.

“Espero que no sientas tanto dolor como yo, espero que no pienses en el pasado como yo lo hago.
No te volveré a ver.
Donghae.”

Donghae va… ¿Qué va hacer? Después de mucho tiempo es la primera vez que no tengo idea sobre lo que piensa hacer.

- ¿Qué sucede? – pregunta Sungmin al verme preocupado después de leer.
- No lo sé. Él dice que no lo volveré a ver.
- Se hace a un lado. – supongo que así puede traducirse su decisión -. ¿Qué es lo que piensas, Hyukjae?
- Todo este tiempo me sentí traicionado, haciéndome a un lado, pero a la vez recibía su afecto y amor verdadero. Porque en cada palabra y cariño supe que era verdad, Donghae jamás pudo engañarme en ese aspecto. – Sungmin asiente al escuchar mis palabras.
- Alguna vez has pensado cuando duro fue todo eso también para él.
- ¿Cómo?
- Sí, que amándote como te ama, fingir estar con una mujer, ni siquiera un hombre Hyukjae. Una mujer que no es su tipo ni su género. ¿Te has preguntado si no sufría él también? – eso me hace pensar -. Hasta sentirse asqueado por tocar a otro ser que no es el que ama.
- ¿Donghae sufría?
- Intenta no sentir dolor tú poniéndote en su lugar. – no me ayuda mucho esa explicación -. Algunas personas deciden traicionar, mentir o hacer a un lado a las personas que quieren, porque aman demasiado. Porque no quieren que resulten lastimadas con lo que les rodea y deciden enfrentarlo por ellos mismos, arriesgando a perder su corazón en ello. La persona que miente siempre es la única que está más lastimada por dentro.

Y entonces recuerdo la tristeza en los ojos de Donghae aquellas noches que tenía que salir con alguna de ellas o que debía presentarse a uno de los tantos eventos que su familia organizaba. Siempre llegaba pidiendo por mí, exigiendo que lo amara con mi cuerpo y le dijera cuanto lo amaba con palabras.

- Tú mi querido Hyukjae, tuviste opción y aún así libraste una gran batalla al declararte ghei, tanto que todavía no convives mucho con tu familia.

No lo logré comprender antes, espero que aun llegue a tiempo y sobre todo, que lo que haya hecho no me haga perderlo.

* * *

“Su solicitud ha sido aceptada. Entrada irrevocable”

Corro lo más rápido que dan mis piernas. Necesito alcanzarlo, tal vez pueda detener lo que piensa hacer, hablar con él y convencerlo.

He ido al edificio donde trabaja. Alguien que no dudo en ponerme al corriente en todo lo que sucede en las oficinas al preguntarle por Donghae, bastante comunicativa esta persona, me ha dicho que tuvo una fuertísima discusión con su padre. Toda la oficina no habla de otra cosa que no sea sobre el hijo ghei del jefe. Donghae se confesó y su padre no lo tomo muy bien, lo quería obligar a casarse para enderezar su camino, más Donghae no le permitió que dirigiera como iba a seguir con su vida.

Su padre lo ha declarado no grato, su familia está a punto de darle la espalda y ni siquiera ha podido conservar su trabajo. Todo por aceptar su condición abiertamente.

Donghae va hacer lo único que ha creído conveniente, que quizás con esto logre reivindicarse ante su familia y la sociedad.  Me han dicho que ha aplicado su ingreso al servicio militar y ha sido aceptado, en dos días debe ingresar. Debe viajar porque le ha tocado en una ciudad lejana.

- Tengo que hablar con él. Tengo que decirle.

La noche me ha alcanzado cuando llego a lo alto del puente peatonal, logro ver su auto deportivo estacionado, aún está en el departamento. Estos últimos pasos se me han hecho eternos. Quisiera volar o teletrasportarme y aparecer frente a Donghae. Necesito que sepa que nunca lo deje de amar. Sin embargo no es necesario, porque a unos pasos, a medio puente se encuentra Donghae de pie.

Me acerco lentamente hacia él, como si no creyera que en verdad está aquí y no fuera real. Lo encuentro mirando hacia abajo algo encorvado. Se le nota tan cansado. Quizás así me vio él la última vez y por eso no hizo nada, para no alterarme más de lo que estaba. Ahora logro ver muchas cosas que antes no hacía.

- Donghae… - lo llamo y veo como lentamente se gira hacia mí.
- ¿Qué haces aquí?
- Eso debería preguntarte yo, ¿no crees? Hace frío. – decide ignorarme y volver a mirar hacia abajo – Sé que ingresaras al servicio militar, ¿Por qué? Sé que no lo tenías planeado, aún te quedaban unos años por delante antes de hacerlo.
- No tengo nada más que hacer aquí por lo pronto. – esta vez se gira para mirarme -. Mi vida no está muy bien ahora, el servicio militar pondrá distancia con todo, me hará olvidar y quizás redimirme un poco.
- Es mi culpa. – me recargo de espaldas en la barandilla mirando hacia el cielo.
- Es algo que tenemos que hacer de todos modos. – dice restándole importancia.
- Le dijiste a tu familia. – no es una pregunta.
- Lo hice, tenía que hacerlo, después de vivir por tanto tiempo entre mentiras. Mismas que me hicieron perder lo único que más quería, la persona que me daba felicidad y volvía mis días menos oscuros. – sus palabras están llenas de melancolía.
- No la perdiste. – lo veo abrir muy grandes sus ojos ante mis palabras.
- Te fuiste.
- Sí, pero realmente quería quedarme. Estos meses pretendí olvidarte, pero no pude, te recordaba y te veía en cada precioso momento que mis ojos notaban. Cuando vi que no viniste me decepcione un poco. De nuevo pretendí que estaba bien, que finalmente había sido mi decisión dejarte, pero la realidad es que lloraba cada noche sintiéndome solo. – me voy acercando lentamente hacia donde está de pie, observándome sin creer mis palabras. De nuevo con esa cara de atolondrado que no ve que es verdad lo que le digo -. Por eso cuando recibí tu carta, esas dos pobres líneas fue un buen pretexto para venir y desechar todo ese pasado de mi corazón. Para quedarme con solo lo bueno que es este amor que siento por ti.
- ¿Por qué me amas? Te defraude una y otra vez, eche a perder tantas oportunidades. – no se mueve, más deja que acerque mis manos a su rostro, algunas lágrimas han corrido por sus mejillas -. ¿Crees que podemos retomar lo que teníamos? Es tarde ya.
- ¿Qué pretendías con entrar al servicio militar? – desvió su conversación.
- Borrarte de mi mente con trabajo duro. – me responde sin titubear.
- Es demasiado tarde ya. – repito sus palabras -. Para nosotros, el olvidar o querer borrar lo que sentimos, es imposible. Si estos meses no lo hicieron. No lo harán dos años más.
- ¿Cómo? – acerco su rostro con ambas manos y beso levemente sus labios.
- No podemos regresar el tiempo, pero podemos enfrentar nuestro futuro, juntos. No tienes por qué hacerlo solo.
- ¿Me has perdonado?
- No tuve nada que perdonar. Los dos estábamos equivocados queriendo hacer las cosas a nuestro modo por separado.
- Entonces me amas. – dice vacilante.
- Tanto o más que el primer día Donghae. – me abrazo a su cuerpo, importándome poco que estemos en un lugar público y vuelvo a besarlo, pero esta vez con toda la intensión.
- Te amo… - logro escuchar antes de que nuestros labios chocaran en un beso apasionado y anhelado por ambos.

Con cada segundo que pasa nuestros labios se funden y muestran un amor profundo. Donghae muerde levemente mi labio inferior haciéndome gemir su nombre, cosa que aprovecha para introducir su lengua y entonces le correspondo con la misma intensidad. Estamos besándonos sobre este puente como si el mundo se fuera acabar y la verdad es que eso va a suceder, al menos la vida que teníamos para comenzar una nueva.

Lentamente comenzamos a separar nuestros labios debido a la falta de oxígeno. Sus ojos, por fin vuelvo a mirarme en sus ojos, los cuales solo en sueños pude ver todo este tiempo. Los ojos de Donghae solo poseen amor y pasión para mí, como siempre ha sido.

- ¿Me esperaras? – niego con la cabeza.
- No, no creo que pudiera hacerlo. Por eso también me pedí realizar mi servicio militar. – mi respuesta lo sorprende más que el que me haya negado -. Me aceptaron. Estaré en una ciudad que está a hora y media de la tuya. Podremos vernos en nuestros descansos en una ciudad neutral. Si nada de lujos, miedo al que dirán, a encontrarnos con gente que no nos entiende y con lo poco que ganemos estaremos bien.
- Hyukjae, no soy pobre. – se ríe y estoy seguro que se está riendo de mí -. Sé que piensas que me han dejado en la calle pero fui precavido y todo el dinero que ganaba lo fui invirtiendo bien.
- ¿Qué tan precavido? – mi brazo ha rodeado su hombro, camino casi de puntas pero no me importa porque me tiene sostenido de la cintura mientras caminamos escaleras abajo del puente hacia el departamento.
- Podremos conservar el auto deportivo y cambiarlo en un año o dos, además después de vender los muebles y el departamento, podremos comprar algo cómodo justo en medio de donde estemos. – su semblante ha cambiado, ya no tiene el rostro ensombrecido y se le ve más feliz. Yo estoy feliz.
- Me alegra que vendamos los muebles. Sobre todo la cama. – arrugo la nariz al recordar.
- Lo siento mi amor, sé que te hice mucho daño, cuando en realidad todo eso me hacía sentir miserable y sucio...
- Ssshhh… - lo silencio con un beso -. Lo sé, logre entender, no tienes que explicarme.
- Quiero hacerlo. – me dice en cuanto estamos dentro del departamento.
- No quiero, lo que deseo es que me lo demuestres, aquí mismo sobre la alfombra.

Y no me hace esperar más, sus manos empiezan a recorrer mi cuerpo sobre la ropa, tocando puntos que me enloquecen y que solo él sabe mientras caemos hacia abajo sobre la alfombra. Sus dedos se cuelan bajo la ropa rozando mi abdomen, que hacen arder mi piel ahí donde toca… una sensación conocía y a la vez totalmente nueva después de tanto tiempo.

De nuevo toma mi boca, muerde mis labios y se entretiene engolosinado. Besa mis mejillas, mi nariz y de pronto sigue un camino por mi mandíbula hasta llegar a mi cuello.

- Me encantas. – suspira sobre mi cuello.

Sé cómo se siente. Esa sensación de que has llegado a casa, el único lugar donde te sientes bien y seguro, porque de esa manera me siento entre sus brazos. Tan solo aspirar su aroma ha traído a mi mente todos esos recuerdos cuando hacíamos el amor, mismos que creía perdidos y realmente no lo estaban.

Tendidos ya sobre la alfombra, comienza a acariciarme las piernas y a quitarme el pantalón. Desabrocha mis pantalones mientras me toca. Un poco desesperado se deshace del resto de mis ropas, dejándome totalmente desnudo y él todavía esta vestido. Gruño al sentir el roce de su ropa con mi piel, frustrado de no sentir la calidez de la suya e intento quitársela.

Donghae se ríe… ¡Rayos! Seguro me vi un poco desesperado.

Sonríe de nuevo, no sé cuántas veces lo he visto sonreír esta noche y no puedo evitar sentirme feliz cuando él sonríe con sinceridad.

Lo beso de nuevo mientras me levanto para desvestirlo. Beso su cuello y descubro su pecho, lo cubro de besos hasta llegar a su ombligo. Mi lengua se hunde en esa pequeña cavidad, lo hago gemir y mis manos se ocupan de bajar sus pantalones. Su pene queda libre y erecto, no puedo ignorarlo, tomo su pene con mis manos y comienzo a acariciarlo descaradamente.

Me tiendo a su lado sin dejar de masturbarlo, nuestros ojos se encuentran y no puedo evitar besarlo, callando uno que otro gemido que sale de su boca.

De un momento a otro me deja bajo su cuerpo. Acaricia mi rostro, su mano baja hasta llegar a mis piernas las cuales abre para dejar que se cuele entre ellas. Inmediatamente introduce un dedo dentro de mí. No pude evitar arquear mi espalda y decir su nombre, porque es él quien me está dando placer, quien de nuevo toma mi cuerpo.

- Donghae… - gimo su nombre cuando un tercer dedo se agrega en mi interior mientras acaricio su espalda.

Tengo la necesidad de sentirlo dentro tanto como él lo desea. Retira sus dedos y me mira con esos ojos melancólicos llenos de ternura y lujuria al mismo tiempo. Sonrío de nuevo cuando me aferro a su espalda con mis manos y a sus caderas con mis piernas… Dios no puedo dejar de sonreír desde que lo he encontrado, creo que estoy sonriendo todo lo que no pude en este tiempo.

Se acomoda mejor entre mis piernas, apunta su pene en mi entrada y me penetra de una sola vez, rápido. Es algo doloroso después de tanto tiempo. Me mira con un poco de culpa.

- No me haces daño Hae. – acaricio su rostro.

Sale de mi interior y entra de nuevo lentamente, gimo al sentir la raspadura, sin embargo es soportable y hasta cierto punto placentero. Me abrazo a su cuello mientras me penetra, sus movimientos tocan mi punto dulce haciéndome gemir y casi desbaratarme de placer. Todos y cada uno, Donghae recuerda mi cuerpo como un mapa en su cerebro.

Llegamos al clímax y terminamos al mismo tiempo, no hubo necesidad que me tocara. Aún con nuestras respiraciones entrecortadas y el corazón acelerado, me besa, privándome del poco aire que me queda. Donghae me abraza por largo tiempo y en todo momento no paro de decirme que me ama, que me ha extrañado tanto y que sin mí se sentía tan vacío como yo me sentí.

Donghae me entrega el anillo que aquel terrible día puse en su mano y esta vez significa una promesa diferente, verdadera.

- Estaremos juntos superando cualquier problema. Viviremos el uno para el otro sin importarnos nada más. Volveremos del servicio militar con nuestros corazones fortalecidos. – y el anillo volvió a encajar perfecto en mi dedo, donde debía estar.

Los problemas crecen y el amor también, tanto que este llega a rebasar los malos momentos, superándolos hasta volver esos problemas insignificantes. Porque si algo hemos aprendido con todo esto, es que nadie debe renunciar a lo que quiere sin luchar, sin saber, incluyendo al ser que amas.

Aunque tengamos que pasar por estos dos largos años, serán menos duros al saber que hay alguien que nos ama ahí afuera, la persona que nos esperará así pasen mil años. Porque así es el amor y para eso, no hay medicina que lo borre, tampoco doctores que puedan sacarlo de tu corazón, porque ni el tiempo con toda su sabiduría lo puede borrar.

Fin.

Comentarios

  1. Gracias Lunis XD hermosos (y Donghae manda YES!)

    ResponderEliminar
  2. Hermoso muchas gracias me encantó. ...eres genial...te adoro...

    ResponderEliminar
  3. Tenía mucho que no entraba y ahora que lo hago me encuentro con este shot tan hermoso

    ResponderEliminar
  4. Hermoso! Es que bueno, supongo que salir del closet es dificil para un hombre, que sobre todo tiene que dar un ejemplo impecable.
    Es hermoso, por que al final tienen lo que aman, y es lo importante.
    Te quedó super! Lo ame!
    Gracias unnie por esta magnífica historia!

    ResponderEliminar
  5. "servicio militar" dos benditas palabras que causan mucha tristeza,pero supongo que como todo,tiene su lado bueno.
    Que dolor para Hyuk ser testigo que lo que hacia Hae,lo que tenia que aparentar,pero también fue doloroso para Hae,hacer creer a alguien y además creercelo el mismo para "no hacer daño",que confuso puede ser todo y que soluciones tan fáciles encontramos para no dañar a los que queremos,pero que mentira tan grande nos creemos cuando lo que hacemos,en realidad lo daña mucho más.
    Hablar claro y la distancia ayudo y mucho,a reforzar su amor,a darle el valor a Hae y hablar con su familia,tratar de asimilar el dolor de cada una para poderlo comprender.....al final,todo dolor tuvo su sanación,una que necesitaban para ser felices el resto de sus días.....*0* ♥

    ResponderEliminar
  6. Como odio las palabras ¨servicio militar¨, pero no se puede hacer nada ya que es su deber.
    Fue muy triste pensar como terminaron separados pero el amor entre ellos es tan grande que no hay forma de que vivan mucho tiempo juntos. Ahora la distancia los hará mas fuertes y su amor sera fortalecido..

    ResponderEliminar

Publicar un comentario