Tú y yo... y los copos de nieve… Oneshot

Título del Oneshot: “Tú y yo... y los copos de nieve.”
Autor(a): Lunis HeeChan
Pareja: SiChul
Tipo: Yaoi
Género: Fluff
Clasificación: PG
Advertencias: No hay lemon. Si ven este oneshot un poco modificado en otro lado como KyuHae, es mío también.
El accidente que se habla en el shot, es el sufrido por Heechul en ese feo accidente automovilístico, por lo que los sucesos se ubicaran en ese tiempo.
Comentario de la autora:
Este fic fue resultado de un KyuHae para Secret!SJ Santa en hato. Incluso la chica a la que me ha tocado regalarle, no lo ha recibido aún, porque le darán su regalo hasta el 23 =P
Y como es tradición, cada año en navidad les he dado un pequeño regalo, un pedacito de mi. Porque como ya les he dicho, no soy buena haciendo otra cosa, solo se escribir y por eso, mi regalo para ustedes esta navidad es este hermoso y sanito shot. Ojala les guste, porque fue escrito pensando en todas ustedes mis queridas lectoras que aman el 102.

¡SiChul rulz!

Comadres... Gracias por estar otro año a mi lado, regalarme algo de su tiempo y compartir conmigo sus cosas. Gracias a ese tiempo que nos ha permitido ser más cercanas. Y creo que pensando en ustedes, una en especial XD fue que este SiChul resultó, ya que es muy diferente y más largo que el original. Entonces, ustedes fueron mi inspiración kekeke Las quiero.
Stalker... No se decir como fue hahaha como la canción, lo único que si se, es que me agrada su compañía y charlas. Unas muuuuuy tarde, aunque ya me esta cumpliendo eso de hablarme a cualquier hora. Pero creo que nuestro tiempo divertido siendo unas molestas (yasabeaquemerefiero) es por la  noche hahahaha Gracias !!!

Pasen todas unas felices fiestas en compañía de sus seres queridos.
¡Feliz Navidad!

Disfrútenlo.

Desde que hyung sufrió ese accidente que no lo dejaba moverse y andar por todos lados como es su costumbre, no era el mismo. El medico le recomendó reposo e inmovilizo su pierna con una escayola ortopédica que le cubría la mayor parte de su pierna. No podía cantar en los escenarios con nosotros, pero en realidad los miembros del grupo pensábamos que eso era el menor de los males, ya que lo teníamos con nosotros y recuperando su salud después del aparatoso accidente.

Aunque él decía que no le afectaba, su comportamiento mostraba lo contrario. Heechul nunca se había mostrado tan retraído. Sobre todo porque este accidente le ha impedido viajar a su ciudad y ver a su familia, ya que pronto se acercaban las fiestas navideñas y aunque muchos de nosotros tendríamos trabajo, SM siempre nos deja días libres antes de estas fechas.

A Heechul le estaba impedido esto. Su familia después de pasar tiempo en Seúl cuando hyung estuvo en el hospital, tuvieron que regresar a casa en cuanto estuvo más recuperado y dado de alta del hospital, ya que mucho tiempo pasó desde que dejaron su casa. Y por eso no pudieron venir antes de navidad, por lo que la mayor parte del tiempo se lo ha pasado solo.

Hemos estado muy ocupados, ya que aunque vivimos en el departamento nuestras familias viven en Seúl, es fácil trasladarnos y ocupar nuestro tiempo con ellos. El departamento se ha quedado solo varias veces, con hyung solo y su escayola. Debe ser difícil para él. Incluso Hangeng, su mejor amigo, ha podido ir a China a visitar a su familia y por eso no ha podido acompañarle.

Todo esto lo he pensado en el sermón que han dado en el servicio hoy. Ha sido un bello mensaje que me ha recordado que debemos hacer algo más que fiestas en estas fechas, las palabras escuchados llenaron de calidez mi corazón y al pedir por aquellas personas que sufren alguna enfermedad o mal que aqueje a su familia, recordé lo solo que ha estado Heechul. Y realmente me sentí mal.

Realmente no he hecho nada por hyung últimamente. Pero hoy después del servicio y sentir esa necesidad en mi corazón de ser agradable para Heechul, decidí que me ocuparía de hacerle sentir bien. Esta noche llegando al departamento, lo haría y a la larga, espero que esta experiencia nos volviera más cercanos.

Al llegar al departamento y al ver que hyung esta en su cuarto, me ocupo de mi mismo primero. Me doy un baño, busco ropa cómoda y de esta forma, un poco más despejado y de humor, me dirijo a su cuarto. Toco la puerta levemente, Heechul esta sentado en medio de la cama con una libreta en sus manos muy concentrado en lo que hace y su pierna con la escayola tendida mientras la otra la tiene doblada sosteniendo la almohada donde apoya la libreta.

— Hyung, ¿Qué haces? - no le pido permiso de entrar, cierro la puerta y camino hacia su cama.
— Contigo no se puede. - y comienza a reír, más su sonrisa no llega a sus ojos -. Esta bien, escribo una canción. Una más para mi colección.
— Me lo imaginaba. - dije sentándome a su lado.
— ¿Por qué preguntaste? - con su codo levemente me golpea.
— Quería comprobarlo. - me le quedo viendo como guarda su libreta con solemnidad en el cajón de su buró -. Algún día hyung, algún grupo grabara una de tus canciones y nuestras ELF estarán orgullosas de ti.
— Eso me gustaría. - con una sonrisa franca ahora, Heechul dice y por su cara se que esta imaginando ese día.
— Hyung. - tomo su mano mientras llamo su atención -. Por hoy ya has trabajado mucho, divirtámonos un rato, tu y yo.
— ¿Uuh? Tienes estos días libres, ¿No vas a visitar a tú familia? - pregunta algo sorprendido. Creo que lo hace porque ninguno ha desaprovechado la oportunidad de estar con los suyos.
— No tengo que. Acabamos de venir de escuchar el sermón de hoy, los he visto, mi mamá me ha dado muchos besos y no tengo que verlos hasta navidad.
— ¡Esos son muchos días!
— Sí y no. - puedo ver su confusión -. Sí, puede que sean muchos días y no, porque puedo verlos un momento cuando quiera. Están muy cerca, es más estoy seguro que si mamá no me ve mañana, al siguiente día va estar tocando la puerta del departamento viniendo a por mi.
— Es verdad. - el pequeño rastro de alegría en su rostro amenaza con irse.
— ¡Ey! No vendrá, le dije que estos días los pasaría con uno de mis hyungs que estaba enganchado al departamento y me dijo que hiciera lo mejor para hacerle sentir bien.
— ¿Eso dijo? - pregunta incrédulo.
— Lo dijo. - asiento -. Nunca he sido mentiroso. - le digo con fingida ofensa -. Además pienso traerte lo que más se te antoje hoy comer.
— Siwon-ah. - muerde su labio inferior al mirar más allá, su mirada se pierde en la pared, aunque en realidad se que esta nadando en sus recuerdos.

Hyung es guapo. Tiene una cara muy linda y sus ojos, muy grandes y aunque muchos dicen que son fríos, para mi siempre han sido expresivos. Es casi irresistible. Y ver como muerde su labio, es realmente adorable, más con la pijama de gatitos color rosa que trae hoy.

— Me gustaría sushi. - comienza hablar con ese divertido acento suyo -. ¿Puedes traer? Comeremos los dos, prometo invitarte.
— Puedo hacer eso. - le digo orgulloso -. Ahora mismo enviare el mensaje.

Y con esas palabras, salí de su cuarto. No necesitaba hacerlo, pero mientras charlábamos, se me ha ocurrido que podríamos ver algunas películas. Le pediré a Kyuhyun algunas prestadas por teléfono. Con eso podríamos pasar un buen tiempo.

Así es que, después de llamarle a Kyuhyun y pedir el sushi que pensábamos comer, colgué y me lance por las películas. Cuando regreso al cuarto de Hyung, este ya se ha levantado, lo he encontrado al pie de su cama intentando llegar a la tv arrastrando su pierna.

— ¿Dónde pensabas ir? - inmediatamente mira lo que traigo en las manos.
— Solo iba a conectar eso, sabes, puedo hacerlo. - se trata de su consola de video juegos.
— No lo dudo.

Pongo las cosas que traigo en mis manos en el suelo frente a su televisor y bajo su atenta mirada, conecto todos los cables de su consola. Después me encamino hacia donde él está poniendo los controles en sus manos.

— Juguemos. - me pide mostrándome todos sus dientes.
— No se que me da mas miedo. Perder contra hyung en uno de sus juegos o ese intento de dulce sonrisa que intentas poner.
— ¿Se ve muy falsa? - se que bromea por lo que asiento solamente -. Entonces más vale que la borres de mi cara ganándome o la vas a ver mucho mucho tiempo.

Y de esa forma nos enfrascamos en una competencia de quien ganaba más partidas en el video juego. Obviamente hyung gano todas. No soy muy bueno. No por estar con un pie inmovilizado y estando incapacitado, iba a dejar que yo le ganara tan fácil. Aunque intente tapar su visión muchas veces, no logré nada.

— Ya no quiero jugar. - le dije aventando el control remoto no muy lejos.
— ¿Por qué? - cruza sus brazos y pone un lindo puchero en su rostro.

Si, de esos pucheros que acostumbra ponerle a Hangeng, Zhou Mi e incluso a Kangin para obtener lo que desea. Y en este momento me doy cuenta que yo tampoco soy inmune a ellos.

— Bien, juguemos lo que tu quieras hyung. - y cuando le dije eso, en lugar de agradecérmelo, emocionado comenzó a golpear mi hombro hasta que me arrojó al suelo.

Aunque me dolió me aguante, porque la linda sonrisa en sus labios era todo lo que yo deseaba ver en esos momentos. Como pudo se levanto, fue a rebuscar entre sus cajones hasta que dio con lo que deseaba y nos volvimos a jugar.

Era un juego de esos de lucha donde tienes que noquear al contrincante para ganar, uno muy viejito que tiene muchos trucos y los mandos en los controles son algo raros. Me la pase apretando los controles sin orden alguno. Y por increíble que parezca, gane contra Heechul. Hasta yo me sorprendí.

— ¿Qué sucedió?
— Gane. - en serio, no me lo podía creer.
— Pero... ¿Cómo fue que...?
— Lo se. - dije muy orgulloso -. Creo que es en el único que soy realmente bueno.
— Eso fue suerte. - y volvió a golpearme.

Esa noche lo pasamos jugando un rato más, hasta que Heechul cansado se quedo dormido en mi hombro. Creo que agote sus energías, pues dormía plácidamente con su cabeza recargada y el control del video juego fuertemente agarrado en sus manos. Como no deseaba despertarlo, me retire con mucho cuidado y lo deje deslizarse al suelo poco a poco, de ahí lo levante.

Cargue con él hasta su cama tratando de que su pierna no colgara mucho y se lastimara, lo que fue toda una odisea. Lo arrope con las cobijas y justo cuando me iba, Heechul tomo mi mano y pronuncio un "Gracias Siwon" casi inaudible, más lo logré escuchar.

Cuatro días seguidos estuvimos juntándonos por las tardes, jugando un poco o a veces Kangin, Jungsoo o Donghae hyung iba a pasar el rato con nosotros. Otras veces me pedía que le contara como estuvo mi día y así pasábamos el rato hasta que nos llegaba la noche, yo cada día le veía mejor semblante a hyung.

Andar en pijamas se nos había vuelto un habito mientras estábamos juntos y me di cuenta que a Heechul le agradaba quedarse dormido en mi hombro, ya que después comenzó a abrazarme al quedarse dormido y terminaba tan cansado como él, que muchas veces deseé quedarme junto a él en su cama.

Al quinto día tuvimos una actividad a la que no pudimos renunciar, no estaba en nuestra agenda y manager hyung nos dijo que solo nos llevaría medio día que después seríamos libres de nuevo, así que todos tuvimos que presentarnos. Sin embargo también se me junto una visita que debía hacer a mi familia y entonces me vi complicado en poder hacerle compañía a Heechul, ni siquiera pude decírselo porque al despertar como era muy temprano, hyung dormía plácidamente y no quise despertarlo.

Y con eso en mente me fui a cumplir con mis compromisos.

Durante el día mientras estaba con el grupo no pude quitarme a Heechul de la cabeza, ¿Cómo estaría? ¿Se aburriría? ¿Me extrañaría? Esto ultimo no se porque me lo pregunte, pero no dejaba de rondar mi mente y así estuve. Por la tarde al ir a casa con mi familia, pude olvidarme un poco de todo y mi cabeza se despejó. Visitar a la familia siempre causa que me llene de ellos y termine por olvidarme de casi todo lo que tenga que ver con el grupo, además que me divertí con ellos.

Cuando ya debía irme era algo tarde, pasaba de media noche y aún así mamá me dio algunos bocadillos para que se los llevara a Heechul en su nombre. Fue cuando de nuevo su pensamiento comenzó a invadirme, de pronto me vi deseando llegar al departamento y checar como estaba hyung.

Para mi sorpresa, al entrar al departamento me encontré con mucho movimiento y algarabía. Los chicos se juntaron y armaron la fiesta antes de navidad, lo que tenía al departamento de abajo lleno.

Charle un poco con los chicos y al darme cuenta que no se encontraba en la sala, me dirigí sin demora hacía el cuarto de hyung, necesitaba ver con mis ojos que estaba bien. Al llegar por el pasillo muy cerca de su puerta, escuche risas, Heechul no estaba solo y se le escuchaba feliz charlando con Hangeng.

Al asomarme a la puerta, note como Heechul estaba recargado en la cabecera de su cama y Hangeng se encontraba de panza, charlando animadamente...

— Eso fue divertido Hannie.
— Esta bien, no lo fue tanto, pero se nota que me extrañabas.
— Ajá.
— Podría quedarme a dormir aquí, ¿me dejas quedarme Chullie?
— De acuerdo.

Y entonces bufé y me molesté, ¿Por qué? No lo sabía. pero no quería estar ahí, así es que salí corriendo.

Estuve un rato más con los chicos, bebimos un poco y de pronto me relaje, creo que me pase de copas porque me dio mucho sueño al poco rato. Me retire a mi recamara, me puse el pijama olvidándome de la ducha y pise cama. Seguía recordando la forma en que Heechul aceptaba a Hangeng dormir en su cama, pero ya no me molestaba, ahora me sentía dolido. Porque yo quise hacer lo mismo muchas noches y a pesar que Heechul me detenía siempre unos minutos más en cuanto lo arropaba, nunca pidió quedarme con él.

Dolido, celoso. Llámenle como quieran más no era nada lindo el sentimiento. Apague las luces y me dispuse a dormir aunque estaba seguro que no iba a poder hacerlo por mucho sueño que tuviera. Al poco rato alguien abrió la puerta y lo sentí entrar, supe enseguida que era Heechul porque venia arrastrando su pierna.

Se quedó largo rato observándome al pie de la cama, me hice el dormido todo ese tiempo disfrutando su mirada, aunque me preguntaba que estaba haciendo acá y no en su cuarto con Hangeng. No se cuanto tiempo estuvo ahí de pie, solo se que cuando sentí mi cama hundirse a mis espaldas, yo estaba muy cansado y mis ojos comenzaban a cerrarse. Por eso no supe si era un sueño o algo real, cuando el cuerpo de Heechul se acomodo a mis espaldas y se abrazo a mi para dormir.

En mi cabeza me repetía que estaba soñando, que no era real y pronto me quede dormido.

Desperté con un peso extra en mis caderas y una leve resaca en mi cabeza, fruto de los tragos de más que tome anoche. Oh sí, recordaba todo, hasta el sueño.

¿Pero que era lo que aplastaba mis caderas?

Mire hacia abajo y una pierna envolvía descuidadamente mis caderas, y estaba seguro que no era mía. Como pude me gire boca arriba y ahí estaba, Heechul dormía plácidamente con sus manos juntas sobre la almohada y bajo su mejilla.

No fue un sueño entonces, lo sucedido anoche era real y aquí estaba él como prueba. Me sentí dichoso y a pesar del dolor de cabeza comencé a reír, me abrace a hyung y lo estruje. Si estaba en mi cama podía hacerlo, es la regla, el que se cuela en la cama debe aguantar golpes, abrazos, empujes y lo que sea que el dueño quiera. Yo opte por abrazarlo y besarlo, no se como sucedió, cuando me di cuenta mis labios estaban tomando los suyos.

Por un momento mis ojos se abrieron mucho, esperando la reacción de hyung, ¿me golpearía? ¿se molestaría conmigo? o peor, quizás dejaría de ser mi amigo. Pero nada de esos sucedió, ya que Heechul comenzó a mover sus labios a la par de los míos, correspondiendo el beso.

Estuvimos de esa forma por un rato hasta que Heechul comenzó a reírse, riendo al igual que yo, estaba encantado.

— Anoche no fuiste a verme. - un reclamo fue lo primero que salió de su boca cuando lo hube soltado, estábamos acostados de lado uno frente al otro, me anime a poner una mano en sus caderas. No se porque necesitaba esa conexión con él -. Deseaba contarte que ya termine mi canción y no fuiste.
— Estaba cansado hyung. - le mentí.
— Oh, es verdad, y yo he venido a entrometerme en tu descanso, lo siento Siwon-ah. - intento levantarse rápidamente de la cama con movimientos torpes, afortunadamente su pierna no lo dejo y pude detenerlo antes que lo hiciera.
— Te vi con Hangeng. - le dije en cuanto lo abrace por la espalda para que no se pusiera de pie -. Y no quise molestarlos. Se que hace mucho no se veían y parecía que tenían algo que platicar, por eso...
— Viniste directamente acá. - dijo al comprender lo que pasó -. Menos mal que Hangeng pidió quedarse a dormir en mi cuarto, fue mi escusa para venir a dormir acá contigo.
— Lo... dejaste...
— Sí. Hangeng no tolera muy bien el alcohol, estaba cansado, me pidió dormir ahí y lo deje. No iba a dormir con él sabiendo lo mal que duerme en ese estado. - se quejó. Mira quien habla, pensé. Heechul hyung duerme peor que muchos con los que he compartido cama -. Eso fue todo.
— Sí, bueno.
— Vine aquí a dormir contigo, porque te extrañe.

Bien, eso fue todo lo que tuvo que decir, lo abrace y le di otro beso. Estaba feliz. Me puse eufórico cuando de nuevo fui correspondido.

— ¿Me enseñaras esa canción? - le pregunte cuando terminamos de besarnos.
— Estaba esperándote para hacerlo. - me respondió sonriente.

Pasamos largo rato viendo esa letra, repasando cada estrofa y riendo por cosas sin importancia. Cuando tuvimos que salir a desayunar los dos nos encontrábamos más que felices. Mientras desayunamos planeamos nuestro día, completamente lo pasaríamos juntos, ya que al día siguiente su familia vendrían a visitarlo para pasar navidad.

Vimos algunas películas, buscamos en la sección amarilla en restaurante donde pediríamos nuestra comida y después de eso, hyung quiso pasarlo en su recamara. Me hizo abrir las cortinas de su recamara y por largo rato, solo estuvimos sentados sobre la cama uno al lado del otro abrazados, hasta que la mano de Heechul buscó la mía.

— ¿Quieres algo hyung?
— ¿Y si hacemos un muñeco? - soltó de pronto -. Nieve, nieve. Ojalá caiga más nieve este año. Quiero hacer un muñeco de nieve contigo.
— Eso quieres. - sonreí por su deseo -. El frío haría doler tu pierna.
— Ella ya esta mejor, estamos esperando por el alta nada más.

Sabia que mentía. Todos en el grupo estábamos consientes de lo mucho que hyung tendría que trabajar para rehabilitar su pierna. Eso sin contar el día en el cual sacarían esos clavos que por ahora mantenían los huesos en su lugar. Iba a ser algo largo y doloroso, pero cuando al fin pudiera con eso, volvería a caminar y hacer su vida de siempre.

Deseaba con todo mi corazón que Heechul no sufriera mucho en el proceso.

— Es una buena noticia. - le dije, pero en sus ojos sabia que algo más quería decirme -. Heechul, dime, ¿Qué es lo que quieres para navidad? - tome con mis dedos su barbilla.
— Mi familia estará aquí, aunque me habría gustado estar en casa, creo que me gusta más aquí. Gracias a ti Siwon. - y me abrazó, hasta que nos quedamos dormidos.

Ya era de noche cuando me desperté. En mis sueños se me ocurrió algo para sorprender a hyung, aunque en mi sueño había sido demasiado fácil, cosa que en realidad fue un poco complicado pero lo logré. Con pocas horas y la noche encima, me dio la madrugada armando la sorpresa que deseaba mostrarle a Heechul.

Cuando estuvo todo listo, fui a por él. Durmiendo como estaba en su cama, largo rato estuve observándolo, justo como él lo hizo conmigo la noche pasada. Solo que, él si era realmente lindo de ver y también descubrí, que el era muy sensible, ya que se dio cuenta de mis miradas y despertó.

— Siwon, ¿Por qué no duermes? - preguntó sentándose en la cama, frotando sus ojos para adaptarse a la luz.
— Quiero que me acompañes. - su cara decía que le dijera más -. Es una sorpresa, no me la arruines. - Le dije y pareció aceptar, alcance su abrigo y le ayude a ponérselo -. Ven. - cuando estuvo listo, hice aparecer una silla de ruedas a través de la puerta y le ofrecí mi mano para que pudiera pasar y acomodarse en ella.
— ¿Qué es eso? - y la idea de la silla no le gustó.
— La sorpresa es en el techo, no pienso arriesgarme a que lastimes de nuevo tu pierna, manager hyung me mataría. Anda, solo para subir y bajar, si quieres estar de pie allá arriba te dejare.
— Esta bien. - aceptó no muy convencido.

Con la silla de ruedas fue más fácil movernos. Subimos por el elevador y nos desplazamos por los pasillos, incluso sin hacer ruido. Era de madrugada y no deseaba despertar a los demás inquilinos de la compañía, si no hubiéramos tenido la silla, habría sido más complicado movernos.

Al llegar a la puerta del techo, le hice cerrar los ojos y poner sus manos en las ruedas para que se desplazara por él mismo. No confiaba en que no vería nada, así que con mis manos venia cubriendo sus ojos también, guiándolo con mi voz.

— Falta mucho.
— Un poco más, dale a la silla.
— Es cansado.
— Más empuje y menos charla. - le dije.

Ambos íbamos riendo. Hacía frio aunque no nevaba y en el techo, lo hacía más. Estábamos en pijamas, con ligeros abrigos, así que el frío comenzaba a calar nuestros huesos. Pero no importaba nada en esos momentos.

— Mis manos se acalambran.
— ¡Quieres tu sorpresa o no!
— Bien. - peleando y todo, logramos llegar.
— Y ahora, no habrás tus ojos hasta que yo te diga. ¿Esta bien?
— Ok, no veré nada.
— Bien.

Pase mis manos unas cuantas veces delante de su rostro, cerciorándome que no veía nada y su falta de reacción me dijo que no estaba haciendo trampa. Rápidamente me dirigí hacia donde estaban las luces las cuales encendí. Eran algunas guías de esas pequeñas luces que les ponen a los arbolitos de navidad, unas cuantas lámparas más grandes apuntando al cielo algo brumoso y una maquina mágica que hacia nieve.

El ruido de encendido hizo que Heechul abriera sus ojos y pudiera observar su sorpresa. Además de las luces, conseguí un montón de globos con helio y algunos papeles con muchos deseos en ellos para echarlos a volar, sobre todo deseos de salud. Heechul se encontraba en medio de ellos, y cuando se dio cuenta que pequeños copos de nieve comenzaban a caer, su alegría fue demostrada con un grito y una enorme sonrisa.

Agarre su silla y comencé a empujarlo, correteamos alrededor de la maquina mientras la nieve seguía cayendo, cubriendo poco a poco el techo bajo nuestros pies. Heechul se veía realmente feliz.

— No podremos formar un muñeco de nieve, pero si ángeles en la nieve hyung, mira el suelo.

Y así fue, el piso del techo donde se encontraba la maquina, ya estaba cubierta por una leve capa de copos nieve no muy uniforme, pero serviría. El frio no dejaba que estos se deshicieran.

Ayude a Heechul a bajar de la silla y a recostarse sobre el suelo, cuidando siempre de su pierna. Pronto los dos estábamos haciendo ángeles a lo loco, riendo divertidos, hasta que el cansancio y la poca movilidad que su pierna le daba a hyung, nos hizo parar y sentarnos a descansar. A lo lejos, los globos se iban mientras la maquina seguía haciendo copos de nieve para nosotros, pronto amanecería.

— Mi familia llegará pronto. - soltó Heechul. Y era verdad, las cinco de la madrugada, para las nueve, faltaba realmente poco.
— Esta bien Heechul. - le dije pasando mi brazo por sus hombros, abrazándolo y pegando más mi cuerpo al suyo.
— Pasando las fiestas de navidad y cuando mi pierna este libre de esto, ¿Volveremos a estar juntos, Simba?
— ¿Simba? - interrumpí la conversación.
— ¡Eres simba!
— Simba... ¿Por qué soy el único animal?
— No, eres un rey. ¿No querías ser alguien de un cuento de hadas también? - era verdad, mucho tiempo insistí a hyung que me diera un apodo como a Kibum o Jungsoo o los demás que tenían la aceptación de hyung -. Además como mi Simba, siempre podrás protegerme.
— Ah, ¡Simba protegerá a Cinderella! ¡Hyung, eso es increíble!
— Te gusta ¿verdad?
— Me gusta eso. - Heechul me había dejado entrar a su circulo de confianza.
— ¿Entonces Simba? Cuando no tenga esto, - dijo señalando su pierna -.  y ya no debas estar cuidándome o haciéndome compañía, todavía ¿estarás conmigo?
— Haremos algo mejor. - mis palabras hicieron que Heechul me mirara rápidamente, la pregunta brillando en sus ojos, ¿Qué iba a proponerle? -. Omma Choi ha hablado con tu omma y los ha invitado a pasar navidad en nuestra casa, se ha enterado que vienen acá para pasarlo contigo, así que supongo que pasaremos navidad juntos. En mi casa, esta vez tendremos que compartir mi cuarto.
— Hiciste todo esto... - y raramente se quedo sin palabras.
— Sabes que lo hice por ti, - volví abrazarlo, esta vez con mis dos manos, frotando mi fría nariz en su coloreada mejilla -. Solo por ti. Por hacerte feliz y hacernos más cercanos, nunca planee que sucediera algo más. Por eso te pido que sigamos conociéndonos, poco a poco hasta donde esto nos lleve, solo tú y yo, tendrás que soportarme.
— Eso es lo que temo.

Comenzamos a reír por nuestras ocurrencias y aunque no todo estaba dicho, sabíamos que esto era el comienzo de algo entre nosotros. Por el momento estaba bien. Pasaríamos navidad juntos en mi casa, año nuevo lo pasaríamos tal vez en el departamento con los chicos y lo demás no importaba, solo queríamos pasar más tiempo juntos.

— Seremos tu y yo otra vez. - me prometió.
— Tú y yo... y los copos de nieve.

Fin