Tan Fácil… Oneshot

Título del Oneshot: “Tan Fácil”
Autor(a): Lunis HeeChan
Pareja: SiChul
Tipo: Yaoi, OTP, Lemon
Género: Drama
Clasificación: +18
Advertencias: Se utilizaron frases de la canción que da nombre a este shot, las cuales están en cursiva. Los besos de Heechul los tomé en el siguiente orden: Antes del beso con Siwon fue el beso con Kyuhyun, después del beso con Siwon, sucedieron los besos con Sungmin, Jungmo y Henry. En los SS2 por supuesto.
Descripción: Escuchen la canción de Rio Roma “Tan Fácil”. Aquí---> Aquí

Comentario de la autora:
Quise hacer sufrir a Siwon hahahaha ¿Qué culpa tiene el pobre? Si supieran -w- pero ese no es el tema de discusión. La culpable fue esa canción, que al escucharla, se me vinieron a la mente todos esos besos dados por Heechul sobre el escenario y de esa forma comenzó todo.
Este shot está dedicado especialmente a Gaem Neko Emicat Arrobo, SiChulosa de corazón y muy buena nena.

Disfrútenlo

Las Quiero Nenas… Saranghae♥

Ya decía yo, que tus palabras y todo era demasiado bueno para ser verdad. De la noche a la mañana, pase a ser tu persona especial, ¿Qué hice yo para merecer ese honor? Sí, lo sabía, y aun de esa forma me deje llevar.

Me deje envolver por tus acciones, tan bonito, tan coqueto, tan sensual, difícil de resistir para cualquiera.

Qué casualidad que solo así conmigo, cuando antes no me habías notado, ¿por qué solo así conmigo? Creo que fui el más próximo a tú lado cuando lo ideaste o en ese momento era yo tan impresionable, que me hice blanco fácil. En ese entonces pensaba que era toda mi culpa, ahora ya no lo creo más.

Los besos… fueron raros al comienzo, pero después de un tiempo me fueron gustando más y más.

Quizás fue tu forma de besar, tan experto, tus labios urgiéndome a responder, la provocación de tus manos apretando mi barbilla para no poder liberarme, el deseo que me provocaste con aquella acción, el pequeño jadeo que salió de tu boca cuando terminó.

Todo me provoco.

Y yo que pensaba que después de besarnos sobre el escenario me vería libre de tu encanto, no me buscarías más y entonces comenzaría a olvidar. Sin embargo no fue así. Ese día me deje llevar, te hundiste un poco más en mi piel y quise probar lo que tú me ofreciste.

¿Por qué tuvimos que compartir habitación ese día?

Tal vez ahora las cosas serían muy diferentes, no estaría pensando en ti de esta forma y aún serías solamente mi hyung favorito.

Luego del beso, el Super Show continuaste como si nada, en cambio yo difícilmente podía controlar mi estado de ánimo. ¿Desconcierto? No, expectativa. Finalmente nuestra presentación fue un éxito, como siempre nos dirigimos al hotel donde comimos algo y de ahí a nuestras habitaciones, agotados por la energía entregada a nuestras ELF, deseando ducharnos y dormir un poco antes de partir por la mañana.

Pero tú tenías otros planes en mente, contigo siguiéndome los pasos entramos a la habitación y en cuanto escucho la puerta cerrarse, dejo mi maleta en el suelo para girarme. Escuche que echaste doble seguro, lo que no solemos hacer, para que con seguridad el manager pueda entrar si nos quedamos dormidos.

Seguramente pudiste ver mi cara interrogante pero ni así te detuviste. Te lanzaste a mis brazos y devoraste mis labios en un beso abrazador, que me llenó de calor rápidamente y mi mente se nubló.

Y ese fue el instante en que me deje llevar, aunque mi conciencia gritaba que aquello era sucio, anormal, inaceptable para las buenas costumbres que mi familia me había inculcado y sobre todo, estaba cometiendo pecado. Sin embargo en ese instante pareció callar, dejándome a la deriva, para tomar mis decisiones y cometer mis propios errores.

- Esto… también es nuevo para mí. – dijiste, pues yo titubeaba y tú lo debiste notar -. Yo no soy así… - jadeaste cuando mis manos se colaron entre tus ropas tocando tu abdomen -. Solo sé que esta noche… ese beso fue especial.

Por lo que sabía de ti, habías tenido tus experiencias con otras chicas, antiguas novias. Nada serio como decías.

Sin embargo eso no importó, cuando entre los besos terminamos en la cama, con tu cuerpo moviéndose debajo del mío ante las caricias y el deseo de sentir más. No podía contener la expectación que me hizo sentir el roce de nuestras erecciones. Los jadeos de tu boca, no hicieron más que impulsarme a seguir descubriendo que otras cosas podía hacer con tu cuerpo para volver a escucharte.

Pronto nuestras ropas terminaron en el suelo, la necesidad de sentirnos piel con piel fue más grande que mi pudor, el cual quedó olvidado cuando te vi. Me separe de tú agarre y ese beso que pretendía dejarnos sin aire. Tu cuerpo desnudo tendido sobre la cama, me di cuenta que aunque tus ojos pedían por más, tus manos temblaban con algo de temor cuando recorrieron mi pecho desnudo.

- Heechul, no estoy muy seguro que debamos seguir. – dije tomando tu mano sin soltarla, de pronto era más interesante de verla que a tu rostro.

- Siwon… - tu voz lucia sorprendida, lo que me hizo levantar la vista.

- Podría hacerte daño. – dije tímidamente. Buen momento elegí para ponerme tímido.

- Yo te enseñare como. – me dijiste y fue algo que no pude dejar pasar.

- ¿Cómo?

- Lo hice con una ex novia que le gustaba de esa forma, supongo… supongo que debe ser igual. – y al decir esto pude ver el sonrojo en tu rostro.

- Está bien. – acepte -. Solo si me dices si te hago daño.

- No lo harás Siwon, no lo harás. – sonreíste.

Tú seguridad en mí, me dio alas.

Llevaste mi mano hasta tú boca, moviendo la lengua alrededor de tres de mis dedos, fue algo que no pude dejar de observar. Después dirigiste mi mano hacia abajo por entre tus piernas, las cuales abriste para mi sin recato y por ahí dejaste mi mano.

- Primero un dedo. – dijiste -. Cuando este relajado, puedes meter otro y de esa forma hasta meter los tres. Eres un poco grande ¿sabías?

Esas palabras me provocaron un sonrojo que seguramente podía competir con un jitomate. Pero obedecí. Con mucho cuidado me dispuse a invadirte con el primer dedo, te pude ver fruncir el ceño ante el dolor y aun así seguí. Es por eso que digo que mi cordura se fue de paseo, no la culpo, no era buen momento, con el cuerpo de mis deseos desnudo y tendido para mí, difícilmente le habría hecho caso.

Y seguí.

Cuando tres dedos estuvieron dentro de tú cuerpo, gemías y jadeabas disfrutando de las caricias proporcionadas por mis dedos, movías tu cuerpo deseando más de ellos. En ese momento me miraste y silenciosamente me dijiste que estabas listo. Fue entonces cuando retire mis dedos y subí por tu cuerpo, dejando besos en el camino hasta llegar a tus besos.

En medio del beso, tu mano viajo entre nuestros cuerpos, tomaste mi miembro guiándolo hacia tu entrada y me hundí en ella de una sola estocada, por instinto me hundí sin esperar a que te acostumbraras. Te escuche quejarte, me quede quieto y me sentí culpable por provocarte aquel dolor, pues una traviesa lagrima te logre sacar ante tan dura intromisión.

- Heechul… lo siento… no quise

- Tranquilo Siwon, no dolió tanto, fue más la sorpresa. – trataste de tranquilizarme mientras tus manos acomodaban mis cabellos -. Es normal que duela las primeras veces, más si tú eres grande, pero ya pasara.

Ante tus palabras me pregunte, pasarían más veces como esta, es lo que habías dicho ¿no? La sola idea no me pareció descabellada. De nuevo nuestros labios se buscaron esta vez con suavidad, un beso tentando nuestros labios el cual termino por relajarnos, pues cuando me di cuenta ya gemíamos y nos estábamos moviendo. Tú buscando por más de mí y yo, penetrándote en esa calidez.

Estabas listo, sin embargo no me aventure hacer de nuevo las cosas apresurado, me tome mi tiempo explorando la sensación que aquella cavidad me daba. Me movía con cuidado, tratando de hacerte el menor daño y hacerte disfrutar con las suaves embestidas. Pronto comencé a moverme más profundamente en tu interior, sacando de tu boca un gemido diferente a los demás, el cual me hizo parar todo movimiento asustado.

- ¡Siwon!

- ¿Te hice daño otra vez?

- No, dale de nuevo ahí donde lo hiciste.

- ¿Cómo? – no entendí lo que pedias.

- De nuevo ahí donde me embestiste. - Como no me había movido, me empuje un poco más en su interior provocando esta vez un grito -. Si, ahí Siwon, dale ahí.

En realidad no sabía porque me lo decías, pero al ver tus ojos apretados, mordiendo tu labio inferior y en tu rostro dibujado el goce que esto te provocaba, me animó. Me erguí y agarre tus caderas con ambas manos comenzando con el cadencioso movimiento pero más apresurado, intentando encontrar ese lugar que te hacia gritar.

No sé cómo le hice, pero di en ese punto todas las veces que pude y no solo gozaste tú, yo también lo hice, pues ambos gemíamos de placer, disfrutando esta primera vez todas esas sensaciones placenteras. Mismas que me hicieron olvidar lo que era, que me hicieron desear ir por más que solo una vez y descubrir las muchas formas de ese placer.

- ¡Ah! Siwon… - dijiste mi nombre entre tus gemidos -. Normalmente tardo años en llegar a este punto, nadie me había provocado tanto…. ¡Más!

Y como un poseso, obedecí.

Comencé a embestirte con rapidez y aunque entraba duro en tu interior, no te hacia ningún daño, lo estabas gozando. Trataba que mis embestidas fueran a parar siempre a ese punto. Pero tú tenías otros planes, me hiciste detener los movimientos lanzándome a la cama y después te vi montándome con tus piernas a cada lado de mi cuerpo con mi pene en tu interior.

Después de todo parecías tener más experiencia que yo y te deje. Igual yo también gozaba con esta visión, pues tus manos comenzaron acariciar tus pezones, jalándolos, apretándolos hasta dejarlos erectos. Una invitación para mí de morderlos. Lo hice, escuchando más y más gemidos roncos y sensuales de tu boca.

Mi boca se aventuró hasta tu cuello, el cual lamí y mordisquee a mi antojo, deleitándome con los gemidos sin control que salían de tu boca.

Tus saltos sobre mi cuerpo se hicieron con mayor fuerza y rapidez, lo que me dijo que estabas a punto de llegar pues yo me encontraba igual. Te inclinaste hacia mí y me besaste, podía ver que estabas agotado, entonces tome el control por ti. Tome tus caderas con mis manos y las detuve por completo, comencé a impulsarme hacia arriba con fuerza, chocando mis caderas con tus nalgas.

- Heechul te amo… - aunque no recibí respuesta de tu boca, supuse que sentías lo mismo que yo.

El sonido invadiéndolo todo, nuestros cuerpos chocando sin control, tus gritos y los roncos gemidos de ambos cuando terminamos los dos. Tú entre nuestros cuerpos y yo en tu interior, haciendo que terminaras por derrumbarte en mi pecho. El sentir gotear mi esencia de tu interior, me hizo darme cuenta que no utilizamos condón.

- No sé porque… - comenzaste a decir jadeante -. Que fue lo que me hico entregarme como me entregue contigo Siwon.

- ¿Conmigo?

- Si, solo contigo. Jamás pensé…

No te deje terminar. Te abrace apretándote hacia mi cuerpo, queriendo olvidar lo que estuve a punto de pensar y hacer eterno este momento, en el cual no tenía dudas, ni más pensamientos que estar junto a ti.

Teníamos algo.

Nadie lo sabía, más no era difícil de ocultar. Fueron dos meses en los que nos volvimos a entregar innumerables veces, hablamos de muchas cosas y nos conocimos mucho mejor. Llegando a compenetrarnos.

Dos meses en los que comencé a sentir más cosas por ti.

Dos meses en los que prometiste que jamás te irías, que jamás me dejarías.

Dos meses en los que decías que eras solo mío, en los que me jurabas que era lo mejor de tu vida.

Y un día vi, que no solo me decías eso a mí.

Porque cuando te vi ese día sobre el escenario durante una de las presentaciones de tu solo, estando yo en la batería vi como besaste a Jungmo. ¡Lo besaste! Yo estaba ahí y no me lo perdí, justo enfrente de mis narices, me sentí traicionado. Esa vez me dijiste que era para variar y que Jungmo era tú amigo desde hacía mucho, que si lo vieras de otra forma, él es quien estaría a tu lado. Entendí tu punto y aunque no podía olvidarlo, lo deje pasar.

Sin embargo no fue el único, Sungmin vino después y luego Henry. Después recordé ese beso con Kyuhyun sobre el escenario en la entrega de premios del año pasado, sin embargo eso no me afectaba, pues con un Kyuhyun de regreso al grupo sano y salvo de sus lesiones, cualquiera en esos momentos lo hubiéramos besado. Tan felices de tenerlo con nosotros. Incluso yo lo consentí mucho en esos momentos, no podía dejar de abrazarlo.

Yo creí que tu experiencia con chicos era casi tan inexistente como la mía, más no era así, porque con Hangeng, tu compañero de cuarto experimentaste antes que conmigo. ¿Hasta dónde llegaste con él? No sé si lo quiero saber.

Que tu boca probara otros labios, yo lo vi. Tus besos que pensé que eran solo míos, aquellos besos que a pesar de ser pecaminosos roban el alma; robaron la mía ¿a cuantos más?

Esos labios que bese con deseo, deteniéndome la respiración cuando me quemaba el deseo por dentro y solo obtenía la cura de ellos. Tus besos incitadores de pasión y desenfreno, esos múltiples besos saltándose los límites de la cordura, los mismos que guiaban nuestras manos a despojarnos de la ropa. Esos besos que sobre nuestra piel dejaban marcas, ¿Dónde quedan ahora?

Por esos besos fue me lance a los brazos del pecado, esos besos que me llevaron a la locura y me enseñaron el placer, los que oscurecen mis ojos de deseo… besos que ya no serán míos, quizás nunca lo fueron, porque al fin entendí que tus labios eran míos y de otros mil.

Esas dudas que tuve al principio, en las que me preguntaba porque eras así conmigo, ahora sé que tenía razón mi corazón y esas noches que dudo de ti, cuando al estar con tu cuerpo abrazado al mío, pensando como estúpido que hice para merecerte. Ahora entiendo porque cuando decía “te amo” tú nunca respondiste nada. Tengo que aceptar que yo lo presentí, demasiado bueno para ser verdad, que nada gano con dejarme llevar por el pecado y esa necesidad te sentirte mío.

Lo sospechaba, pero fue terrible cuando descubrí, que con todo el mundo siempre eres así, tan lindo, entregado y tan fácil.

- Las explicaciones que en primer momento creí…

- Siwon…

- ¿Cómo es que lo hacías Heechul? ¿Los abordaste igual que a mí?

- No fue de esa forma, no es como lo piensas. – gritas tratando de hacerme entender -. Dime si te ofendí, porque por ti estoy aquí escuchando todo esto que me dices.

- Acaso les dijiste que solo confiabas en ellos para hacerlo y hasta se besaron antes de hacerlo sobre el escenario para estar más cómodos, como lo hiciste conmigo. – mi voz entonando el sarcasmo. No era pregunta, sabia la verdad.

- ¿Es lo que piensas?

- Te lo estoy diciendo. – continúo, mi dolor es el que me hace hablar -. Sabes, no te culpo, no. Eso es algo que se trae por vocación, el sentirte admirado, codiciado por todos y todas; es obvio que la necesidad te llama la atención. – el sonido de tu mano atacando mi mejilla cortan mis palabras.

- No te permito que me hables de esta forma. – tan fácil se te da el actuar, que puedo ver en tus ojos la dignidad, ¿a qué estás jugando conmigo?

- Así eres Heechul, no te juzgo más me despido, me despido de ti.

- No, no te vayas. – me retienes tomando mi brazo con tus manos -. Tú también me prometiste que jamás te irías, al igual que yo contigo me dijiste que eras solo mío y me juraste también que era lo mejor que había sucedido en tu vida.

- ¿Qué caso tiene ahora? Tú no fuiste sincero, ¿Por qué debo hacerlo yo?

- Porque no puedo vivir sin ti Siwon, por favor déjame explicarte. – me pides.

Y a pesar de todo, quiero escucharte, a pesar de lo fácil que resultaste ante mis ojos, no puedo irme sin escucharte. Ese terrible punto medio que tengo para ver las cosas, no puede ser amor, ese tú lo minimizaste con tus actos. Pero puedo escuchar y después marcharme. Me quedo estático, más no volteo a verte, a mi manera te doy a entender que escuchare lo que tengas que decir.

- Ese día en nuestra entrega, con nuestros cuerpos uniéndose me dijiste que me amabas y yo no dije nada. – asiento solamente -. Un día me vi en tus brazos, deseando estar contigo siempre, que solo me dijeras palabras cariñosas a mí. Lo de los besos no fue planeado, en verdad deseaba hacer esa presentación más cómoda para ti, pero después me vi deseando besarte a cada momento. No puedo explicar cómo sucedió eso, pero si puedo explicarte como me sentí cuando dijiste que me amabas. – te paras frente a mí, me sostienes la mirada al hablar, sé que no me mientes -. Yo no entendía, era un hombre deseando a otro, mi dongsaeng, era algo loco hasta pensarlo. Sin embargo no podía ignorar lo que sentía al estar a tu lado, me di cuenta que tenía razón mi corazón y esas noches que pasamos juntos, di todo de mí. Me entregue a ti, te lo dije. Lo de Hangeng no fue nada, él y yo siempre fuimos amigos, nuestro trato solo fue eso. Nunca hubo nada. – eso también lo sé, y por tu mirada sé que dices la verdad -. Perdóname por lo que hice después, debí explicarte, lo haré ahora y espero que no sea muy tarde. – tomas mis manos nerviosamente -. Sé que quizás no me entiendas, porque tú supiste decir que me amabas cuando lo sentiste, pero yo… eras el primer hombre con el que estaba de esa forma, tuve miedo que estuviera solo confundido, entonces hice lo que hice… debía probar los labios de otros, que me hicieran sentir lo que tú. No encontré otra forma, más que hacerlo sobre el escenario, te juro que no lo hice en ningún otro lado. Siempre ante tu vista, observando tus reacciones. Muy en el fondo cuide de no engañarte. Me engañaba yo solamente, porque lo que tú me hiciste sentir, ellos no lo hicieron, ni se acercaron un poco. – me sonríes tiernamente, apretando mi mano entre las tuyas -. Tengo que aceptar que ya lo presentía, el sentirme tan cómodo contigo desde el primer momento, lo que provocabas en mi cuerpo con esos besos y yo sé que tú eres diferente a todos ellos. Es terrible porque lo comprendí algo tarde.

- ¿Tú me amas? – pregunto incrédulamente.

- Te amo. Desde el primer momento Siwon, no te miento, podre ser todo lo fácil que tú quieras, pero mentiroso no. Soy un hombre que si perdonas vivirá para amarte por siempre.

Ya no lo deje decir más, había estado tan equivocado y confundido. Fundí mis labios a los suyos en un beso. Sentí su mano en la mejilla, convirtiendo nuestro beso en algo dulce y tierno, tan placentero como los recordaba. Estaba disfrutando del roce de sus labios, de esa suave caricia llena de sentimientos y del amor nos tenemos. Cuando logramos separarnos, con nuestras respiraciones agitadas, juntamos nuestras frentes.

- Aun así, sigues siendo tan lindo, entregado y tan fácil… tan fácil de perdonar. – aun con nuestras frentes juntas, sonreímos ante mis palabras.

Porque eres fácil de querer y difícil de amar… aun de esa forma lo intentare.
Porque eres fácil de recordar con esos besos y difícil de olvidarlos… no dejaré de besarte. 

Te besare, te besare, cuando quiera y donde quiera.

F i n .